El Black Friday supone el pistoletazo de salida de la campaña navideña y el sector comercial se ha volcado para salvar la temporada. Este viernes se dará por inaugurada oficialmente esta temporada de compras, rebajas y cuentas bancarias que descienden. Será atípico, por haberse situado en año de pandemia y con restricciones de aforo en los establecimientos desde hace ya varias semanas, con perspectivas de negocio menores que el año pasado. Los descuentos son del orden del 20% o 25% en su mayoría, y en productos concretos. Pero en el sector comercial se ha detectado ya una primera tendencia novedosa. En las tiendas físicas hay menos compradores que el año pasado pero compran más.

El gasto medio de compra ha aumentado del orden del 15% según cálculos del pequeño y mediano comercio, que confirman también en las grandes cadenas. La idea es que los consumidores que no han sido afectados por despidos o ertes han ahorrado durante este año y disponen de más renta disponible para gastar. Todo ello marcado por las elevadas contrataciones en el sector logístico, que concentra la mayor parte de los 5.700 empleos temporales que se generan en Aragón (5.000 de ellos en Zaragoza) al calor de esta campaña, según estimaciones de Adeccoo.

El auge de ventas online es otro los rasgos distintivos de este año. Las empresas de paquetería y logística prevén mover casi 1,3 millones de envíos en la comunidad (1.285.000) y 50 millones en toda España durante las dos semanas que siguen a la jornada de hoy, lo que supone un incremento del 30% en relación al Black Friday del 2019, según datos de Uno, la patronal del sector que agrupa a empresas como DHL, FedEx, Correos Express, UPS, Zeleris o Seur.

Ante este repunte, crecen los llamamientos para que los consumidores hagan sus compras en las tiendas de barrio en detrimento de las grandes plataformas de internet. La recomendación es compartida por organizaciones de consumidores, sindicales y de autónomos, pero también por la Dirección General de Consumo del Gobierno de Aragón.

Campaña de Ecos

El comercio local apuesta por cualquier oportunidad de aumentar las ventas. «Hay una mayor incorporación de tiendas a las promociones del Black Friday derivado del bajo consumo que se viene registrando con la crisis sanitaria», apunta Vicente Gracia, secretario general de la Federación de Comercio y Servicios de Zaragoza y Provincial (Ecos). En paralelo, destaca que se ha acelerado la digitalización y cada vez hay más establecimientos físicos que también venden por internet.

El comportamiento de las ventas está siendo «irregular» e «imprevisible», señalan desde Ecos. «Hay consumo retenido y eso se puede reflejar en un repunte de ventas en determinados productos y subsectores, pero estamos a años luz de la capacidad de venta de otros años», sostiene Gracia. Desde Ecos lamentan la caída de facturación sufrida por los confinamientos perimetrales: «se está notando mucho que no vienen los compradores habituales de Navarra, La Rioja, Lérida o los pueblos de Aragón». Esta organización ha lanzado la campaña Yo compro en comercio de proximidad para fomentar que las compras en tiendas físicas. Gracia no alude al boicot a Amazon, pero sí reclama que este y otros gigantes del comercio electrónico «paguen impuestos como todos y tributen con arreglo a la normativa española».

En los centros comerciales de Zaragoza afrontan con optimismo el Black Friday dentro de las circunstancias especiales que imperan por las restricciones sanitarias. «Hemos notado que hay un aumento de la afluencia y el ambiente en la galería comercial, habiendo una sensación muy buena en general», aseguran desde GranCasa, cuya prioridad va a seguir siendo «garantizar la seguridad y el bienestar» de los visitantes con medidas reforzadas para minimizar los riesgos de contagio.