Cuando un incendio es provocado por maquinaria agrícola se hace referencia a varias circunstancias. Ante este asunto hay un gran desconocimiento y la mayoría de las personas hablan de una chispa pero, ¿cómo se produce concretamente?

Durante esta temporada, cuando las temperaturas superan los 40 grados, las maquinarias llegan a alcanzar todavía más grados mientras trabajan, por lo que el fuego puede provocarse de manera imprevisible en cualquier momento. La chispa puede comenzar en la propia cosechadora o en el tractor con la empacadora. Uno de los problemas, y que suele ser el más conocido, es la acción de una piedra dentro del peine de la cosechadora, el cual tiene unas cuchillas de acero. Si una piedra se introduce ahí pueden darse dos opciones: romper una cuchilla y que el mal sea solamente económico para el propio agricultor. O producirse un roce y provocar así chispas entre la piedra y las cuchillas de acero y, por lo tanto, provocar un incendio en la propia máquina, haciendo así que el daño sea muchísimo mayor.

Otra de las posibles circunstancias que se pueden dar es que gripe un cojinete, lo que provocaría que se prendiera fuego en la correa de goma o que directamente se rompiera el cojinete y al saltar las bandas se produjera el fuego. Se recomienda que la maquinaria pase revisiones periódicas.

La tercera razón puede ser simplemente por el calentamiento de la paja que se queda enganchada dentro de la cosechadora sobre una polea o en un cojinete. En estos tres casos, el incendio surge dentro en la parte de atrás de la máquina, lo que le resulta al agricultor muy difícil de ver. Todo esto surge cuando las condiciones cumplen la regla 30-30-30. Esto significa que hay más de 30 grados de temperatura, menos del 30% de humedad y vientos de más de 30 kilómetros por hora.