El director general de la Guardia Civil, Félix Azón, condecoró ayer, a título póstumo, con la cruz de la orden del mérito de la Guardia Civil con distintivo rojo, al agente Rafael García Blanco, de 52 años, fallecido el pasado jueves en Andorra tras sufrir un accidente de circulación en acto de servicio. Por causas que se desconocen su motocicleta oficial se salió de la carretera cuando se dirigía a un acto relacionado con los campeonatos mundiales de motociclismo de Motorland y después colisionó con una señal.

El acto de imposición tuvo lugar en la capilla ardiente, instalada en la Comandancia de la Guardia Civil de Teruel y después se ofició una misa funeral en la catedral de la localidad turolense.

El fallecido era el sargento primero Rafael García Blanco, nacido en 1965 en la localidad de Cañaveras, en Cuenca. Ingresó en el Colegio de Guardias Jóvenes en 1982 y a lo largo de su carrera ocupó diversos destinos, entre los que destacaron el núcleo de servicios de San Sebastián, el puesto de Guernica (Vizcaya), los destacamentos de Tráfico de Sarrión (Teruel), Molina de Aragón (Guadalajara), Caminreal (Teruel) y Teruel capital, donde estaba destinado en el Subsector de Tráfico de la ciudad, desde agosto de 1998.

La víctima, que deja viuda y dos hijos, contaba con la placa, la encomienda y la cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, la cruz del mérito militar con distintivo blanco y varias felicitaciones individuales, según informó ayer la Benemérita.