La Audiencia de Huesca ha condenado a penas que suman 33 años de prisión al joven Carlos Arizón Fernández por el asesinato, durante la festividad de Reyes del 2002, de una mujer de 69 años y la violación, el mismo día, de una empleada de la limpieza en la localidad de Sariñena. La sentencia exime al acusado de la violación de la mujer asesinada que le imputaba el fiscal, dado que el delito no ha sido probado.

La sentencia impone a Arizón, de 28 años, un total de 19 años de cárcel y 120.000 euros de indemnización por el asesinato de Feliciana Plaza Quiñones, y 14 años y 32.700 euros por agresión sexual a una mujer de 49, informa Efe .

Los hechos ocurrieron en un bar de la localidad donde se encontraba limpiando la mujer a la que agredió sexualmente. Con una navaja la amenazó, cerró la puerta del local y en los servicios le propinó un puñetazo, le obligó a quitarse la ropa y la violó.

Unos minutos después, vio en las inmediaciones de su casa a Feliciana Plaza, de 69 años, quien paseaba por la calle, y la obligó a entrar en el portal de su vivienda de un violento empujón. Posteriormente le dio un puñetazo para acallar sus gritos y la obligó a subir hasta su vivienda, donde intentó estrangularla con el cable de un aparato eléctrico mientras le quitaba la ropa y le golpeaba con fuerza en la cabeza hasta provocarle la muerte.

Los magistrados no han admitido las explicaciones dadas por el joven, que en la vista aseguró haber consumido cocaína y éxtasis la noche anterior, y destacan que el intento de estrangulamiento revela un "propósito de causar la muerte". La sentencia asegura que actuó alevosamente al impedir que la mujer pudiera solicitar auxilio.