La irrupción plena del coche eléctrico supondrá un nuevo ajuste en la industria del automóvil, que en España representa el 11% del empleo y el 12% del PIB. Provocará una disrupción aunque, visto el coste laboral, por ahora el secreto estará en no fabricar muchos modelos 100% eléctricos para evitar traumas. Por lo pronto, Opel empezará a fabricar en Figueruelas la versión eléctrica del Corsa a principios del 2020.

Estos son algunos de los aspectos a considerar, positivos y negativos, propios de una revolución que tarde o temprano iba a llegar. Como el cambio del caballo al coche motorizado o la llegada del correo electrónico frente a las cartas tradicionales. Todo es disrupción.

La recarga

No todos los países disponen de la misma capacidad ni cultura para instalar puntos de recarga para el coche eléctrico. En España están operativos actualmente 4.000 enchufes, pero para cubrir la demanda que se esperan en el 2030 se necesitaría un total de 200.000 puntos. Queda mucho camino por recorrer.

Sin gigafactorías

En Europa no hay factorías dedicadas a la producción masiva de baterías, conocidas como Gigafactorías, que permitan dar servicio a los fabricantes. La Unión Europea, sin embargo, señala que en el 2030 el 30% de las baterías deberían estar producidas y ensambladas en Europa. Se precisaría de 40 fábricas de ensamblaje de baterías y el coste total llegaría a los 140.000 millones de euros. Por ahora, la ventaja de las baterías la tienen los chinos y los productores coreanos. Los primeros, además, son propietarios y gestores de la mayoría de las minas de litio y cobalto, necesarios para fabricar baterías, minerales que se extraen en gran parte de África.

Coste de la batería

Se estima que el precio de la batería representará entre el 35% y el 50% del coste total del automóvil. De ahí la importancia de que se fabriquen en territorio europeo.

Menos impuestos

Con la actual normativa fiscal del automóvil, la irrupción del vehículo eléctrico supondrá la paulatina eliminación de los ingresos que recibe el Estado a través del impuesto de matriculación, que está ligado a las emisiones de CO2. Los eléctricos no las emiten y por lo tanto el pago de impuesto es el menor posible. Tampoco se ingresaría el impuesto correspondiente a los hidrocarburos, que ahora representa 11.000 millones de euros en ingresos, lo que se traduciría en una reducción del 2% del PIB.

Escenario productivo

Se cree que en unos diez años el escenario productivo cambiará con la llegada del coche eléctrico y la producción de vehículos se desplazará hacia otros continentes. Solo el 5% de los coches que se fabriquen en 2030 en el mundo vendrán de las factorías europeas, siendo Asia, África y Sudamérica los escenarios en los que está prevista que crezca la productividad.

Generación de energía

En España circulan unos 30 millones de vehículos. Si fuesen eléctricos y se cargaran de noche, se precisaría una capacidad de generacíón de 90.000 megavatios, superando el pico histórico del año 2007, que fue de 45.000 MW. Incluso si todos no se cargan a la vez, la necesidad llevaría a la red eléctrica a superar los 50.000 MW. Ahora la norma está en 20.000 MW.