El Ayuntamiento de Zaragoza pretende reorganizar la plantilla municipal para tratar de dotar de personal aquellos servicios con mayor déficit de empleados. Es decir, quitar de unos servicios para ponerlos en otros. Es la solución más factible para cubrir vacantes si se tiene en cuenta que las arcas públicas están muy mermadas y que existe una gran limitación para cubrirlas. La tasa de reposición limita y mucho el número de plazas públicas que pueden salir a concurso cada año y las que quedaran libre este año ascienden a 84, que son las jubilaciones previstas hasta diciembre. Estas se suman a las 161 del pasado y que, de ningún modo, van a ser cubiertas.

El concejal de Interior, Alfonso Mendoza, trasladó una propuesta de «redistribución de efectivos» a los sindicatos el pasado viernes para comenzar a negociarla. Según el edil, la plantilla municipal «no está mermada», sino «mal distribuida», por lo que propone redistribuir al funcionariado por áreas, restando empleados a los servicios mejor dotados para cubrir las plazas de otros con más problemas y sin que afecte a sus salarios. Se trata de un reequilibrio que, matizó, «no puede crear problemas». «Lo que no vamos a hacer es solucionar el déficit de personal en un lado pero crearlo en otro. Por eso hay que estudiar qué servicios están en peores circunstancias y cuáles son sus necesidades», explicó.

Según la propuesta inicial, la redistribución de efectivos se hará preferentemente dentro de la misma área de Gobierno y se priorizará la movilidad del personal interino, sobre el funcionario de carrera, que ocupe plazas vacantes y con menor antigüedad. La idea es que su sueldo no se vea afectado.

En cuanto a las opciones de movilidad, solo se hará si está justificada la causa organizativa y funcional y siempre que el área que se pretende reforzar evidencie que necesita más personal y no ocasione problemas en los servicios de origen.

Esta alternativa no deja de ser un parche con el que se quiere minimizar la merma de personal. «Lo ideal sería cubrir las plazas a través de ofertas públicas de empleo (OPE) pero tenemos que cumplir la tasa de reposición», explicó. En las próximas semanas presentará una propuesta de OPE a los sindicatos en la que habrá un gran número de plazas C1, es decir, de policías y bomberos, dos servicios muy mermados. Aunque no serán las únicas.

Este año se van a jubilar 40 empleados de las categorías C1 y 8 C2 (hay 113 y 16 del año pasado, respectivamente); tres de A1 y cuatro de A2 (hubo 16 y 5 del 2019); y cinco serán de agrupaciones profesionales hasta final de año. CSIF confió en que este ajuste no sea una «reestructuración encubierta de servicios», mientras CCOO esperó que cualquier traslado sea «opcional y voluntario».

El 11% de los 5.121 empleados tiene ahora más 60 años

La plantilla del Ayuntamiento de Zaragoza está envejecida. El 11% tiene más de 60 años y durante los próximos años va a continuar el goteo de jubilaciones, lo que puede poner en apuros al consistorio. Más de 500 trabajadores de los 5.121 se jubilarán en los cinco próximos años, un número muy elevado que no podrá cubrirse con las limitaciones de la tasa de reposición. Se calcula que este año se retirarán un centenar, en el 2021 hasta 152 y en el 2022 todavía más, 198. La mayoría ocupa puestos de alta cualificación (A1), el 5% del total, tienen una media de edad de 52 años, la más alta de todas las categorías seguida del personal administrativo (51,5).