La jornada de ayer era una buena oportunidad para pulsar la opinión de la calle, los vecinos, los comerciantes, los potenciales usuarios de esa línea 2 del tranvía o sus futuros detractores. Intervenir como hizo uno de ellos para decir solo que "yo prefiero el metro ligero" o lanzar un trayecto Miraflores-Aeropuerto como hizo UPD, pero también para mostrar lo que late en la calle: las dudas se centran en una cuestión de oportunidad más que de concepto en el barrio más populoso de la capital aragonesa.

Eso y que casi nadie comparte el modelo que defiende el Partido Popular, cuyo concejal Sebastián Contín se convirtió en el centro de las críticas. Le preguntaron qué opina de la reducción de gases contaminantes con el transporte si apuesta por un medio como el autobús, quiénes les hacen los estudios para que en el 2007 apuesten "por un corredor de metro con capacidad para 40.000 viajeros a la hora" y ahora aboguen por el autobús que mueve a "4.000 a la hora". "Aquí se ha hablado de hacer hasta cinco líneas y tengo dudas de que vea la segunda antes del 2025", le replicó el conservador. "Están volviendo a caer en el mismo error que con el metro", le recriminó otro. "¿Es importante meterse en un proyecto de esa magnitud sabiendo que no hay dinero ni para pagar la limpieza", contestó.

Pero no todo fue un cruce de reproches al PP. Otra de las ideas clave era la petición de "armonizar" el trabajo con el Consorcio de Transportes y esa ansiada intermodalidad que "no está resuelta", le recordaron a Dueso. "Hablamos de un modelo de ciudad y es difícil encajar dos posturas que son contrarias y avanzar por una sola vía", lamentó ella.