La Diputación de Zaragoza (DPZ) aprobó ayer en sesión plenaria el plan de barrios rurales de la provincia, que está dotado con 564.082 euros. De este plan se benefician las localidades que cuentan con núcleos separados de la población más importante del municipio. Además, la institución dio el visto bueno definitivo al Plan Provincial de Cooperación a las Obras y Servicios de Competencia Municipal (POS), que cuenta con un presupuesto de cuatro millones de euros, tres para esta anualidad y uno para la próxima. Permitirá realizar 96 obras en 86 municipios de la provincia de Zaragoza.

En el curso del pleno, los planes de ayudas a municipios dieron lugar a un encendido debate cuando el único diputado de Izquierda Unida, José Ángel Miramón, criticó las "matemáticas partidistas" que, en su opinión, influyen en el reparto de fondos entre los distintos ayuntamientos solicitantes. El presidente de la DPZ, Luis María Beamonte, defendió la equidad en la distribución realizada y dijo que la acusación de Miramón está provocada porque "el lobo se les empieza a comer".

El diputado de CHA, Bizén Fuster, presentó una moción en la que proponía cambios legales para erradicar la corrupción en la clase política. No fue aprobada (se opusieron PP y PAR y la apoyaron socialistas e IU), pero dio lugar a un debate sobre la exigencia de honradez a todos los cargos públicos.