El Departamento de Salud de la DGA y la Federación Alcer-Aragón van a ofrecer a los más de 300 enfermos renales que necesitan tratamiento de hemodiálisis la oportunidad de elegir el medio de transporte más cómodo para llegar al centro médico.

Esta colaboración se materializó ayer en un convenio firmado por el consejero de Salud, Alberto Larraz, y el presidente de Alcer, Severiano Gimeno. El acuerdo contempla una subvención anual de cerca de un millón de euros.

Así, se cumple lo establecido en la orden de ayudas por gastos de desplazamiento, manutención y hospedaje de los pacientes de Aragón, que establece la firma de convenios de colaboración con asociaciones que medien en la gestión de los traslados de pacientes. Hasta ahora, éstos contaban con la posibilidad de desplazarse por sus propios medios, en ambulancia o en autobuses colectivos, que recorrían varias rutas fijadas en las tres provincias aragonesas.

"Recibíamos muchas protestas", confesó Larraz, quien explicó que las personas se quejaban porque el bus no llegaba a todos los pueblos. "Además, había que esperar a que todos los pacientes terminarán su tratamiento para regresar", añadió. El objetivo es "mejorar la calidad y la prontitud del servicio", aseguró Alberto Larraz.