No se puede decir que en la supuesta estafa de los donativos para la lucha contra el cáncer infantil que recolectaba la asociación Linceci, destapada por la Polcía Nacional la semana pasada y que logró recaudar 5 millones de euros en toda España, se escatimaran recursos a su alcance para conseguir más y más dinero para la causa. Incluso hacer valer su condición de entidad humanitaria, reconocida por el Ministerio del Interior, para conseguir la utilización de espacios municipales en Zaragoza de forma gratuita para organizar eventos por los que pedían un donativo obligatorio de 5 euros solo por asistir. Una táctica que les sirvió, en la capital aragonesa, para celebrar tres citas en 19 días, todas ellas el pasado abril y que consiguieron atrarer a más de 300 zaragozanos. Estos serían, si se confirman las investigaciones, una mínima parte del presunto fraude destapado a escala nacional.

Según fuentes oficiales del Ayuntamiento de Zaragoza, la relación de Linceci con este tipo de espacios de titularidad municipal se limita a la utilización de tres de sus centros cívicos: el de Río Ebro el pasado 7 de abril, el de Teodoro Sánchez Punter, en San José, seis días más tarde; y el de Salvador Allende, en el Rabal, el día 26 de ese mismo mes.

El evento que consiguió mejor recaudación fue el celebrado en el centro cívico de San José, el 13 de abril, en el que cobraron 5 euros de donativo obligatorio a los 205 asistentes a la cita. En ella, contaron con la colaboración del grupo Matices Musicales, que actuó, de forma desinteresada, para una causa tan noble como era la lucha contra el cáncer infantil. Un leit motiv que siempre estaba presente en sus actividades organizadas en centros cívicos de la ciudad, con cartelería y publicidad gratuita con el membrete del ayuntamiento que daba mayor seguridad a quienes acudían a la llamada a la solidaridad.

Menos éxito tuvieron las otras dos citas organizadas en el Rabal y en el Actur. Al centro cívico de Salvador Allende acudieron un total de 36 personas, y al de Río Ebro, otros 77 asistentes. Sumados a los 205 de la cita en San José hacen un total de 318 personas que pagaron esos cinco euros de donativo exigido por participar del evento. Solo en taquilla se recaudó 1.590 euros. En el caso del centro cívico Río Ebro, el 7 de abril, también contó con la actuación de la Joven Banda Salduie, que ejercía de reclamo en todos sus carteles.

Según explicaron desde el consistorio, Linceci no figura ni en el censo de asociaciones del ayuntamiento ni en el registro autonómico de la DGA, pero la persona que se encargaba de solicitar la cesión de estos espacios públicos, siempre la misma persona, aportaba una credencial aún mayor, la de «asociación humanitaria» que acreditaba el Ministerio del Interior y que no solo no levantaba sospechas sino que, además, le facilitaba cumplir con el requisito que le habilitaba para no abonar por el uso de estos equipamientos municipales. Para cualquier particular o entidad que no tenga la consideración de asociación registrada, el alquiler de estas salas tenía un precio que tampoco querían asumir. Y la ciudad, además, introducía estas convocatorias en sus canales habituales de promoción de la programación en sus centros cívicos.

Aunque estas tres citas no son las únicas de las que se tienen referencia en Zaragoza. Para el 18 de mayo, era el centro cívico de Santa Isabel el que se promocionaba con un espectáculo de variedades a cargo de la asociación Río Piedra «a favor de la Liga Nacional contra el Cáncer Infantil», a un precio de 3,5 euros la entrada. Y fuera de espacios públicos, en junio del 2018 era Puerto Venecia el que acogía un evento, con el cartel de una masterclass de zumba y un sorteo de regalos que acompañaba una docena de empresas patrocinadoras que, a la vista de lo que se está investigando, también podrían estar entre las supuestas estafadas.