La Federación Aragonesa de Solidaridad (FAS) y la Plataforma Ciudadana contra el Racismo han celebrado hoy el acto de donación de los 7.677 euros recaudados en el concierto Migrar #EsUnDerecho, celebrado el pasado 4 de marzo, a tres proyectos de apoyo a las personas refugiadas y migrantes, cada uno de los cuales recibirá 2.559 euros.

Son tres proyectos que, según ha señalado el portavoz de la campaña, Oriol Gavín, reflejan diferentes situaciones de refugio a las que se quiere dar visibilidad como son un campo de refugiados en África, un espacio de tránsito y espera para llegar a Europa y el proceso de integración en Zaragoza.

En nombre de la Ong Proyde, Eusebio Villaescusa,ha hablado de la situación que se vive en el campo de refugiados de Riimenze en el Sur de Sudán, una antigua granja-escuela que en la actualidad acoge a siete mil personas, la mayoría ancianos, niños y mujeres.

Los esfuerzos de la ong se han centrado en garantizar la vida de las personas con un cercado para que no entren las partes armadas dentro del campo, en cubrir las necesidades básicas: agua, alimentos y sanidad, lo que obligó a construir varios pozos, y en ayudarles a superar los traumas de la violencia vivida.

El Colectivo Caminando Fronteras es conocido sobre todo por el monitoreo de pateras a la deriva y su coordinación con Salvamento Marítimo para salvar la vida de las personas que van en ellas. También trabajan con Brigadas de Salud (especialmente en salud reproductiva y sexual y en el apoyo a mujeres víctimas de abusos en el trayecto), Brigadas de Educación y de Derechos Humanos.

El portavoz de la organización, Ernesto Garcí, ha recordado la criminalización que sufren y el riesgo de que su compañera, Helena Maleno, sea condenada a cadena perpetua por dar las alertas de pateras a la deriva y salvar vidas, según se recoge en una nota de prensa de la campaña Migrar#EsUnDerecho.

Por su parte, Julia Ortega, de ACCEM, ha incidido en el complicado proceso que inician las personas migrantes y refugiadas cuando llegan a su ciudad de acogida, en este caso Zaragoza. Para atenderlas, la organización ha abierto un programa de acogida complementaria con el que apoyar a quienes han salido del Programa estatal pero aún no tienen la autonomía suficiente.