En estado de alarma, el gel desinfectante de manos es, junto a las mascarillas, uno de los productos más demandados. Los ciudadanos lo buscan en tiendas y farmacias, e incluso se atreven a realizar el suyo con recetas caseras. Las farmacias han visto reducido su stock y muchas de ellas no tienen a su disposición ni un solo bote para distribuir o ser utilizado por sus profesionales.

En Aragón, las farmacias formulistas autorizadas lo elaboran haciendo frente al desabastecimiento de materias primas y envases. Es el caso de la farmacia Marro, en Huesca, donde su gel higienizante de manos es utilizado por sus profesionales y también se pone a disposición del público. «Muchas empresas, por ejemplo de transportistas, necesitan para que sus trabajadores tengan protección, y no lo encuentran. Nuestra capacidad de producción es limitada y podemos atender a la demanda local», explica Diego Marro, farmacéutico titular del establecimiento oscense, quien asegura que el hecho de «llegar a la farmacia y llevarte a casa unos geles da tranquilidad a la gente».

Su producto no se trata de una fórmula magistral, sino que se elabora siguiendo una guía que cumple el marco legal del cosmético a nivel europeo, con un protocolo elaborado desde el Consejo General de Colegios Farmacéuticos. Se obtiene solución gelificada con alcohol o bien se utiliza otra fórmula con agua oxigenada al 1% gelificada.

Otras farmacias de la comunidad han elaborado gel sanitizante para manos, pero cuyo fin es únicamente su uso propio personal, ya que su distribución no está permitida si no es un establecimiento autorizado, según explica el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Teruel, donde tienen constancia de esta práctica en algunos establecimientos de la provincia. «Las farmacias que pueden elaborar gel son aquellas que tienen permiso para hacer productos cosméticos», aclara también el Colegio Oficial zaragozano.

En la capital aragonesa, la técnico de la farmacia Bermejo Valero, Cristina Valero, explica que de momento no se han flexibilizado los requisitos para elaborar el gel. «Hay que hacerlo con un protocolo normalizado de trabajo, un etiquetado que cumpla las normas de los cosméticos, tiene que haber un expediente de información y hay que notificarlo al portal europeo de notificación de productos cosméticos», explica. También añade que es necesaria una fórmula y en su laboratorio estaban adoptando la de la Organización Mundial de la Salud, para crear un producto de uso propio por necesidad sanitaria. Sin embargo, ya no lo producen porque se da un desabastecimiento en la materia prima, con falta de alcohol y gelificante, además de no disponer de envases.

Otra de las profesionales del sector, la farmacéutica Mª Pilar Navarro, opina que, ante esta situación, «se debería haber puesto a todo el mundo a disposición, no restringir la actividad». Considera que muchos farmacéuticos tienen los conocimientos y están capacitados para elaborar el producto.

Noeli Muñoz es la vicepresidenta del Colegio turolense e insiste en que hoy por hoy las farmacias no autorizadas tienen que cumplir con la legislación. Asegura que la petición para autorizar a los farmacéuticos a elaborar solución hidroalcohólica se ha trasladado al Consejo, pero «hay una burocracia en el proceso y es el Gobierno central el que tiene que permitirlo. Lo lógico es que se nos autorice, se nos de una situación transitoria». Asegura que se está trabajando para ser permisivos, para adaptar la legislación a las circunstancias. «Es una pena que nuestros conocimientos no se utilicen más», concluye.

Aunque el alcohol en gel esté tan solicitado, la correcta higiene, en especial la de nuestras manos, es la clave para evitar la propagación de covid-19. «Lo más eficaz es lavarse las manos con agua y jabón porque estás arrastrando el virus. El gel es un complemento», según el farmacéutico Diego Marro.

El riesgo de hacer gel higienizante de manos casero

La producción de este tipo de gel en casa entraña riesgos. Por un lado, puede que resulte ineficaz y de una falsa sensación de seguridad, ya que la eficacia se da cuando el alcohol está a un porcentaje igual o superior al 70%. Por otro lado, puede dañar las manos, puesto que el alcohol es una sustancia que, al porcentaje adecuado, desactiva el virus, pero es un potente deshidratante, y puede causar picores, sequedad y dermatitis.