Un joven, F. J. C. C., ha sido juzgado hoy en la Audiencia de Zaragoza acusado de clavar una navaja o cuchillo en el pecho a una persona de edad similar que hubiera muerto como consecuencia de la herida, que afectó al pulmón, de no haber intervenido un agente de la Policía Local que le colocó un parche hemorrágico en la zona afectada. Esa cura inmediata y el rápido traslado del herido a un hospital para ser operado evitaron el fallecimiento, han subrayado los forenses que declararon en la vista oral.

"Fui apuñalado por sorpresa, me quedé en blanco y pensé que no iba a sobrevivir", ha manifestado la víctima, J. D. G., que ha asegurado ante el tribunal haber sufrido amenazas con anterioridad a la celebración de la vista oral.

Los hechos, por los que F. J. C. se expone a nueve años de cárcel, sucedieron a las cinco de la madrugada del día 3 de febrero del 2019 junto a la calle Mayor de la capital aragonesa. Se formó un tumulto cerca de la entrada de un local de ambiente nocturno y algunos de los implicados esgrimieron armas blancas.

La fiscala ha imputado al acusado un delito de asesinato en grado de tentativa y ha pedido que se le impongan nueve años de cárcel. Le ha aplicado la atenuante de reparación del daño debido a que ha abonado los 6.280 euros solicitados en calidad de indemnización a la víctima.

El abogado defensor de F. J. C., Carlos Castillo, ha solicitado la absolución del imputado argumentando que su autoría no ha quedado demostrada y que hubo otras personas implicadas en la pelea. Sin embargo, de forma subsidiaria, ha calificado los hechos de homicidio en grado de tentativa y ha solicitado dos años y medio de prisión con las atenuantes de reparación del daño y actuar bajo la influencia del alcohol y de sustancias estupefacientes.

El acusado ha manifestado a preguntas de su letrado que el día de los hechos fue a casa de un amigo y que desde ese momento no paró de esnifar rayas de coca y de beber alcohol, más de tres botellas de whiskey. "De menor estuve tutelado por la DGA y pasé un año interno, atado de pies y manos, en un centro psiquiátrico ", ha manifestado.

Varios de los testigos que han comparecido en la vista oral, algunos de los cuales han declarado protegidos por una mampara, han discrepado sobre si la víctima llevaba o no un arma blanca. Unos han dicho que iba desarmado y otros que lo vieron "enzarzarse con un pincho" con su supuesto agresor.

La Policía Nacional, según manifestaciones de varios agentes en la vista oral, detuvo al sospechoso tras oír las declaraciones del acusado y testigos y examinar las grabaciones existentes, que permitieron distinguir la ropa del presunto agresor. Además, al realizar un registro en su casa se halló una cazadora oscura con manchas de sangre y de las mismas características que la que se apreciaba en las filmaciones.