Una comisión ciudadana para la convivencia será la encargada desde la semana que viene de articular los mecanismos necesarios para apaciguar el malestar ciudadano que se palpa en Epila. La presencia en la localidad del delegado del Gobierno en Aragón, Luis Fernández López, sirvió ayer para que todos los colectivos implicados se comprometieran a organizarse en un grupo de trabajo que termine con los "problemas de convivencia", en su mayor parte relacionados con la presencia de una gran comunidad gitana --más o menos el 10% de la población--.

Un portavoz de cada grupo político con representación municipal, miembros de la plataforma vecinal a favor de la convivencia y en contra de la delincuencia, un representante de la asociación gitana de Epila, un portavoz del IES Rodanas y una persona asignada por la delegación del Gobierno integrarán esta comisión, según el esquema planteado ayer por Javier Fernández.

TEMPORAL El alcalde de la localidad, Martín Llanas, propuso también la implicación de responsables del servicio social de base, del colegio de primaria, de educación de adultos y del centro sanitario en esta iniciativa con la que se pretende atajar los continuos roces que se están produciendo entre la población gitana y el resto de vecinos de Epila.

Esta comisión tendrá carácter temporal y su existencia se mantendrá mientras proliferen incidentes como peleas, robos y quejas de convivencia. Para el delegado del Gobierno, Javier Fernández, los componentes de esta comisión, y por tanto la población de Epila, deben ser quienes decidan "qué medidas tomar" para solucionar el conflicto.

Los representantes de todos los colectivos dieron a conocer su punto de vista sobre lo que Javier Fernández y Martín Llanas insisten en denominar "un problema de convivencia" y no de "delincuencia".

Los miembros de la plataforma vecinal insistieron en denunciar los actos delictivos y la sensación de inseguridad y solicitaron "la igualdad de derechos y de obligaciones", según las palabras del portavoz de la plataforma, Javier Pérez Ripa.

Algunos vecinos informaron a Fernández de viva voz sobre denuncias presentadas ante la Guardia Civil. Robos de electrodomésticos y de material agrícola, ruidos a altas horas de la madrugada o molestias por vehículos abandonados fueron algunos de los casos que el delegado pudo escuchar de los afectados.

Pilar Clavería, representante de la Federación de Asociaciones Gitanas Aragonesas (FAGA), hizo un llamamiento a la calma y brindó la ayuda de los profesionales de las asociaciones gitanas para poner fin a la situación. "Sé que podemos trabajar juntos para solucionar este problema de convivencia", apuntó Clavería.