Es cuestión de orgullo. La mayoría de murcianos, ese 66% que siguió respaldando al PP en las últimas elecciones europeas, sólo aceptará el agua si llega a través del ya derogado trasvase del Ebro de Aznar. Nada de desaladoras socialistas.

Eso es lo que dicen cuando se les pregunta, pero la escasa aunque ruidosa movilización del viernes en Murcia (apenas 2.000 personas y Ortega Cano como estandarte no parecen la respuesta proporcional a una ira general), indica que más murcianos de lo que parece se plantean dar un voto de confianza a la receta de Zapatero, que promete agua más rápida, 400 millones de euros más barata, con menor repercusión medioambiental y sin perjuicios a otras comunidades.

Reunidos en un bar de Baños y Mendigo, localidad situada en el epicentro de la huerta murciana y que cuenta con un campo de golf y una urbanización de lujo en proyecto, defensores y detractores del viejo PHN intercambian pareceres a petición de este diario. "El agua va a llegar de otra forma. Tenéis que aceptarlo democráticamente", dice un simpatizante socialista. "No me hables de democracia --replica un militante popular--. Habéis obstaculizado un PHN aprobado por mayoría absoluta. Y la derogación obedece a oscuros pactos. Deberíais llamaros Partido Terrorista de Rovira".

Un agricultor intenta conciliar: "Sin insultos. Discutamos si es mejor desalar o trasvasar. A mí el agua, si viene, me da igual quién la traiga". El único empresario presente se alinea con el PP: "Las desaladoras las apoyan quienes quieren quitarse el problema de encima. Es pan para hoy y hambre para mañana." El ecologista matiza: "Las desaladoras cada vez contaminan menos, y el trasvase era una absoluta barbaridad".

La conversación de Baños y Mendigo reproduce a pequeña escala el gran debate que vive el Levante. Un debate sobre el agua azuzado por las vendettas políticas. Vean si no el apocalíptico mensaje lanzado por un indignado ciudadano en el foro sobre el PHN del diario local La Verdad : "Felicidades, Bin Laden. Felicidades, ERC. Felicidades, Prisa. Felicidades, urbanizadores catalanas y aragonesas. Felicidades, ecologistas. Felicidades Marruecos. Entre todos lo habéis logrado. Adiós, trasvase. Adiós, agricultores (y urbanizadores, que duda cabe). Hola desierto. Hola contaminación. Hola demagogia".

Reguero de votos

El PP murciano se resiste a perder la batalla del PHN y el reguero de votos que le ha proporcionado en los últimos años el discurso del agua.

En Baños y Mendigo el debate prosigue: "El tiempo dará y quitará razones. Yo siempre he defendido el trasvase del Ebro, pero también quiero darle una oportunidad a lo que dice Zapatero. Y por qué no, igual llevan razón", dice el agricultor.

Al militante popular se le dispara la ira: "Tanto hablar de Irak y ahora Zapatero condena a muerte a miles de agricultores. Matar lentamente y sin remisión es peor que tirar bombas. Todos condenados a tremendas sequías..."