Los bomberos de la Diputación de Zaragoza (DPZ) intervinieron en la noche del miércoles al jueves pasado en un incendio en el que falleció J. N., de 75 años, vecino de la localidad zaragozana de Rivas como consecuencia de una quema agrícola.
Los hechos ocurrieron en el camino del Huerto de esta población de las Cinco Villas próxima a Ejea de los Caballeros, según informó la DPZ en una nota de prensa. El aviso se recibió sobre las 22.30 horas del miércoles y cuando los bomberos llegaron al lugar del suceso el varón ya había fallecido.
Los miembros de las distintas brigadas procedieron entonces a apagar el fuego y ayudaron a la Guardia Civil en el levantamiento del cadáver. Al lugar del suceso se desplazó una dotación del parque de bomberos de Ejea de los Caballeros, formada por el cabo, dos bomberos, el vehículo de intervención rápida (VIR) y una bomba forestal pesada.
Al parecer, el fuego se extendió fuera de control por una zona de pastos y alcanzó al hombre, que no pudo escapar a las llamas. La víctima sufrió numerosas quemaduras, según informaron personas del núcleo de Rivas, que es una pedanía de Ejea.
PRECAUCIONES
La autopsia que se practicará al fallecido será fundamental para precisar las circunstancias en las que se produjo la muerte. El levantamiento del cadáver se produjo en torno a la medianoche del miércoles.
Las quemas agrícolas son tareas sometidas a reglamentación en distintas autonomías, por el riesgo inherente a las mismas. En particular, deben aprovecharse días en que no se registra un viento fuerte, así como acotar bien el espacio que se desea sanear y tener reservas de agua a mano para el caso en que las llamas rebasen el perímetro de seguridad.
Las normas de precaución incluyen asimismo realizar cortes de caminos y avisar, con el fin de que nadie ajeno pase por el lugar donde se desarrolla la actividad. No está de más tampoco contar con extintores para poder combatir el fuego si este empieza a extenderse más allá del área donde se está actuando. En la actualidad, se han diseñado sistemas que no requieren ya la quema para la eliminación de rastrojos. Se trata de métodos en los que se trituran y recogen los restos vegetales, de forma que pueden recibir un uso ecológico posterior.
