Mientras las carreteras aragonesas acogen estos días intensos flujos de conductores que inician sus vacaciones, la estación de Delicias de Zaragoza permanecía ayer ajena a todo bullicio. Y eso a pesar de la huelga nacional convocada por la CGT, que desde el 29 de junio y hasta el 6 de julio afecta a diversos trenes de largo recorrido y regionales a su paso por Aragón.

Si en los primeros días de huelga grupos de viajeros se amontonaban ante las taquillas de Delicias entre desconcertados y molestos, la tranquilidad y escasez de incidencias mostraban ayer un hall más parecido a un 3 de febrero que del mes de julio. Y no es que la huelga haya anulado el tráfico ferroviario, ya que el 80% de los trenes circulaban ayer con normalidad, sino que con independencia de la protesta muchos usuarios en vacaciones prefieren usar el coche.

"Sabíamos que había huelga, pero pudimos comprar los billetes con los horarios que queríamos así que los paros no nos han afectado en absoluto", comentan José Miguel y Arantza, que eligieron sin dificultades tomar el AVE Madrid-Barcelona de las 11 horas de ayer. Esta pareja, que reside en Madrid, tiene previsto volver hoy a su ciudad, para lo que decidieron, con tiempo, volver en el AVE de las 12 horas. Para ambos, la huelga --ayer reducida a paros entre las 7 y 11 horas y las 16 y 20 horas-- ha resultado inexistente.

Como ellos, la mayoría de viajeros que esperan en el solitario hall también afirman que sus previsiones no se han visto modificadas por los trenes anulados. María Alcocer y sus dos amigas han compartido viaje sin saberlo con José Miguel y Arantza. "Las tres desconocíamos que los reguladores de tráfico estaban en huelga. Nos enteramos ya en las taquillas, al preguntar por unos trayectos a Huelva. Pero los billetes a Zaragoza ya los habíamos comprado, en el horario que nos convenía", asegura María mientras espera un taxi ante la puerta de la estación de Delicias.

La generalizada ausencia de molestias parece matizarse por algunas declaraciones. "He comprado un billete del AVE a Barcelona, para las 13.45 horas. Me han ofrecido ese horario y lo he cogido, así que no sé si algún tren anulado me hubiera resultado más adecuado. En cualquier caso, éste me viene bastante bien", comenta Miguel, sin darle mucha importancia a los paros.

Las quejas, como los viajeros, escaseaban entre las inmensas paredes de la estación. De hecho, el punto de información habilitado por Renfe frente a las taquillas para explicar las anulaciones y atender las dudas apenas acogía un goteo excesivamente irregular de usuarios.

Aún así, se percibían algunas molestias, como la de Javier, que describe así su caso: "Viajo hoy a Madrid sin ningún problema, pero la vuelta del domingo la he tenido que adelantar dos horas por los paros. No es excesivo, pero siempre es una molestia tener que modificar los planes sobre la marcha: me enteré de la huelga ya en taquilla".

Los paros, que el viernes fueron de 24 horas, trajeron a Sandra J. ayer a la estación de Delicias. No era su intención pasar por Zaragoza, pero la anulación del tren directo que comunica de noche Tudela con Sagunto le obligaron a modificar su trayecto y hacer una escala no deseada en la capital aragonesa. Quejas rotundas, pero empañadas por una general ausencia de denuncias, en medio de una gran estación en la que los efectos de la huelga pasaron desapercibidos.