El ERE planteado por Ibercaja, que este miércoles ha empezado a negociarse, puede conllevar el traslados forzosos de trabajadores, como ya ocurrió en los anteriores ajustes laborales. Así lo temen varios sindicatos de la entidad, como UGT y Asipa-CIC, que reclamarán poner coto a la distancia geográfica de las recolociones.

«El gran problema es la movilidad geográfica, que deriva en despidos forzosos», ha advertido Victoria Camarena, de UGT. Este fue precisamente el motivo que hizo que este sindicato no firmará el anterior ERE, en el que «se dejó un cheque en blanco para mover a su antojo a su plantilla», ha criticado. Asipa tampoco firmó ese acuerdo por la misma cuestión y asegura que el último ajuste provocó 47 despidos traumáticos por las renuncias de trabajadores a los traslados de sus puestos a lugares lejanos.

La dirección del banco se ha reunido con el comité en la que fue la primera toma de contacto para la negociación del despido colectivo, que afectará finalmente a 550 trabajadores, en torno al 10% de una plantilla formada por 5.000 empleados. El ajuste está asociado al cierre de 160 oficinas, es decir, el 15% de la red.

Según han explicado a Efe fuentes sindicales, antes de la reunión mantenida con la dirección de la empresa, el consejero delegado de la entidad, Víctor Iglesias, ha mantenido un contacto previo para explicar a los representantes de los trabajadores su visión de la situación actual y de la necesidad del ERE propuesto.

Estas fuentes han explicado que en el marco de la negociación, los sindicatos han incidido en la necesidad de garantizar que las bajas se lleven a cabo de forma voluntaria y con condiciones "dignas" y de minimizar el impacto laboral y de movilidad geográfica para los afectados por el cierre de oficinas.

También han reclamado medidas para mejorar las condiciones laborales del resto de la plantilla y evitar la exclusión financiera.

Las fuentes referidas han explicado que estas mismas condiciones fueron las que facilitaron un acuerdo en 2017 para un ERE que supuso 590 bajas incentivadas y el cierre de 140 oficinas de la red.

Según ha explicado a Efe el portavoz sindical de CCOO, Miguel Ángel Villalba, aunque los primeros contactos mantenidos han sido "positivos", es necesario ser "prudentes", porque se trata de palabras que esperan que "se confirmen con hechos.

Ha añadido que en la próxima reunión prevista, el próximo día 17, la dirección de la entidad se ha comprometido a presentar el informe técnico que ha motivado la decisión del ERE y a facilitar un periodo de tiempo para analizar toda la información necesaria.

Ibercaja justifica la decisión adoptada con la necesidad de "ajustar costes" en un momento en el que la rentabilidad de la banca se ve afectada por los tipos de interés cero, la falta de crecimiento de los créditos, la digitalización de los servicios y una fuerte competencia en el sector.

La intención de la dirección de la entidad es de iniciar la tramitación del ERE en un par de semanas y de llevar a cabo su aprobación, mediante acuerdo con los sindicatos, a lo largo del próximo mes de abril.

Las fuentes citadas han destacado que la noticia ha sido recibida de forma positiva entre los trabajadores de mayor edad de la plantilla dada la posibilidad de acogerse a prejubilaciones incentivadas, pero con preocupación entre otros destinados en oficinas que podrían verse cerradas en próximas fechas.