La mascarilla no solo protege del contagio del covid-19, sino que también impide la identificación de las personas. Es un problema al que se enfrentan a diario las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado cuando realizan investigaciones por hechos delictivos. No obstante, hay individuos que se lo ponen más fácil a los agentes , tal y como ha ocurrido en Zaragoza con un joven de 27 años al que la Policía Nacional ha podido imputarle el robo en cinco establecimientos comerciales en tan solo mes y medio porque se bajaba la mascarilla en el interior de los locales a los que accedía. Debió pensar más en que no tenía que guardar la distancia con nadie, que en la posibilidad de que las cámaras de seguridad le grabaran. Una prueba contundente que ha hecho que el la magistrada del Juzgado de Instrucción número 3 de la capital aragonesa decretara la prisión provisional.

El arresto de A.T.A. se produjo en la calle Reina Fenicia, después de que la Brigada de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía de Aragón pusiera en marcha un dispositivo de búsqueda y detención. Habían detectado, según fuentes policiales, que en los últimos tres meses, había incrementado su actividad delictiva habiendo sido detenido hasta en cinco ocasiones por cuatro robos con fuerza y un robo con violencia. Sus locales objetivos eran siempre bares y establecimientos de venta de alimentos.

El primer hecho tuvo lugar el pasado 15 de agosto, a las 01.30 horas aproximadamente, cuando dos jóvenes fueron sorprendidos al romper la persiana metálica y la cerradura de la puerta de acceso a un establecimiento en la calle Santa Lucía para sustraer la recaudación de la caja registradora.

Tres días después, a las 03.30 horas, otro establecimiento de alimentación fue asaltado esta vez en la avenida Navarra. La forma de perpetrar los hechos coincidía a la perfección con los hechos del día 15, si bien en esta ocasión los autores se hicieron con los 400 euros que los propietarios guardaban.

Tras gestiones de investigación, los funcionarios encargados reconocieron sin género de duda a los dos jóvenes que cometieron el robo con fuerza del día 15 de agosto. Se trataba de A.T.A. de 27 años y C.B. de 16 años de edad. Ambos conocidos por los agentes debido a su actividad delictiva. Además, gracias a las imágenes de las cámaras de seguridad pudieron comprobar que uno de los autores del asalto del día 18, también había sido A.T.A..

Al mismo tiempo, agentes de la comisaría Actur de la capital aragonesa identificaron al detenido como autor de otro robo con fuerza ese mismo día a las 4.15 en la avenida Pablo Gargallo.

En esta ocasión, el presunto autor rompió el cristal del bar en cuestión y sustrajo dos cajas registradoras y una caja fuerte, ascendiendo el botín a 1.900 euros. Por lo que se le imputó este tercer robo con fuerza. Tres asaltos cometidos en menos de una semana que daban señales de su alta actividad delictiva en los últimos meses.