El presidente del Gobierno aragonés, Marcelino Iglesias, reiteró ayer que la subida del precio de la gasolina a través del impuesto autonómico de los carburantes es sólo una propuesta.

Tras presentar la moneda que Aragón regalará al Príncipe y doña Letizia con motivo de su enlace, Iglesias señaló que, de momento, "el Gobierno tiene sobre la mesa un estudio que plantea la subida de algunas tasas y la reducción de otras". En concreto, se refirió a la bajada del impuesto de sucesiones, aunque eludió responder de forma directa a la anunciada subida de la gasolina, que podría aumentar hasta un máximo del 4,92%, algo que ha provocado el rechazo de empresarios, transportistas y consumidores. La intención del Ejecutivo autonómico es destinar los beneficios que se obtendrían con dicho incremento a financiar mejoras en el sistema sanitario.

Asimismo, el presidente de la comunidad hizo hincapié en que "no se trata de incrementar por incrementar impuestos, sino de equilibrar" la balanza tributaria y subrayó que estas reformas aún se están estudiando y todavía no hay ninguna decisión en firme.

CASO CATALAN También ayer, el Gobierno catalán anunció un recargo de 2,40 céntimos (4 pesetas) en las gasolinas y el gasóleo de automoción con el objetivo de financiar el gasto sanitario. El gravamen, que sólo será de 0,6 céntimos por litro, empezará a aplicarse a partir del 1 de agosto próximo, según el texto del anteproyecto de ley de acompañamiento de los presupuestos del 2004 que el ejecutivo catalán aprobará antes de fin de mes. Está previsto que hasta el 31 de diciembre, los ingresos por este concepto asciendan a 64,9 millones de euros (11.000 millones de pesetas).

Al igual que ha pasado en Aragón, el anuncio ha generado el rechazo de empresarios y transportistas. Sin embargo, este recargo, que ya aplican Madrid, Galicia y Asturias, está previsto en el sistema de financiación autonómica que entró en vigor el 1 de enero del 2002.