Un vecino de Sariñena ha sido imputado por la Guardia Civil por el robo de cerdos que, en diciembre del año pasado, sufrió el dueño de una explotación de cerdos en esta localidad de la comarca de Monegros.

Los investigadores pudieron dar con él tras el estudio de diferentes huellas que dejó en el lugar de los hechos que pudieron unir con una serie de grabaciones de cámaras de seguridad.

Cuando los agentes hallaron el vehículo presuntamente empleado para el transporte de los animales, que en ese momento estaba en manos de la esposa del ahora investigado, hallaron numerosos restos de sangre de los animales.

Que el sospechoso no podía estar muy lejos del lugar de los hechos, en el paraje Las Almunias Altas, ya lo hizo entrever uno de los trabajadores. «Se han llevado los cerdos enteros, por lo que es lógico que los autores han debido de depositar los animales en una localidad cercana porque en un viaje largo el animal sin eviscerar se deteriora rápidamente», explicó, mientras añadió que el resultado de esa situación es que «ya dejarían de ser idóneos para el consumo humano».

Este empleado también aseveró a los miembros del instituto armado que cuando accedieron a la granja observaron que los candados estaban rotos y que había restos de sangre en el suelo. De ahí que la imputación a C. R., de 41 años, de un delito de robo con fuerza en las cosas. Este hombre, tras ser puesto a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Huesca, fue puesto en libertad.

No es la primera vez que un ganadero porcino en Aragón sufre un problema de estas características. Especialmente en las épocas previas a las celebraciones navideñas y en granjas cercanas a las carreteras. En Los Monegros ya son tres años consecutivos en los que se registran sustracciones de este tipo. También ha habido en Leciñena. La Guardia Civil encuadra este fenómeno en los llamados «robos de subsistencia».