Ya han pasado seis días desde que se perdiera el rastro de los dos jóvenes franceses que salieron el viernes desde Villanueva de Gállego (Zaragoza) con dirección a la localidad francesa de Pau. Sin embargo, el operativo de búsqueda sigue activo, incluso, se ha incrementado. La Guardia Civil se centra ahora en la zona del puerto viejo del Somport, en Huesca.

Los investigadores creen, según fuentes consultadas, que Julien Pérez-Piguet y Sarah Mazerolles eligieron este acceso a Francia, en detrimento del túnel del Somport, que está en mejores condiciones de firme y orografía.

BATIDAS

Por ello, ayer se hicieron batidas por esta zona, aunque sin éxito. Participaron agentes de la Policía Judicial de la Benemérita en la zona aragonesa, en la que no pudieron usar un helicóptero debido al fuerte viento que sopló en el Pirineo, además de la intensa nieve que cayó a lo largo de la jornada.

En la parte francesa se realizaron labores de búsqueda por parte de la Gendarmería y también por miembros del Cuerpo de Bomberos de Pau. Especialmente, se centraron en la zona francesa de Urdos.

Los cuerpos de seguridad estuvieron también acompañados por familiares y amigos de ambos jóvenes, de 22 y 21 años. También participaron alumnos de la Universidad San Jorge (USJ), en la que estudiaban Fisioterapia, después de que el rector de este centro, Carlos Pérez-Caseiras, les diese el día libre para que ayudasen en estos trabajos.

Tanto la Guardia Civil como la Gendarmería trabajan con la hipótesis de que los jóvenes sufrieron un accidente. Julian Pérez-Piguet era quien conducía el Peugeot 206 blanco con matrícula francesa DJ 610 JJ 64, en el que iba Sarah Mazerolles. Su última pista se localiza en la zona de Canfranc, lugar en el que les sitúa el rastreo de sus teléfonos móviles españoles, sobre las 20.30 horas. En cuanto a los franceses, la última conexión es a las 16.00 horas, seguramente, porque usaban la wifi de la USJ.

TIEMPO

Conforme pasa el tiempo las esperanzas entre los familiares se van "hundiendo", tal y como reconoce Montse, familiar de la joven. "Son muchos días sin saber nada de ellos y hay que tener en cuenta que han bajado mucho las temperaturas debido a la nieve que está cayendo", lamenta

A pesar de ello, mostró la necesidad de encontrarles pronto porque "esta situación nos está superando, es una agonía diaria", señala, mientras recordaba que durante la cena que habitualmente hacían los martes habló con Sarah para decirle que el sábado podía viajar con ellos a Pau, si bien ella declinó la invitación porque se lo había ofrecido también su compañero de clase.

Los familiares y amigos de los dos jóvenes valoraron la coordinación de los cuerpos policiales de ambos estados, así como la implicación de muchas personas anónimas que han colocado carteles y que están ayudando en el rastreo de algunas zonas.

De hecho, ayer por la tarde los vecinos de Caubioss-Loos, municipio cercano a Pau, en el que la familia de Sarah, se reunieron en la plaza del municipio para unir fuerzas y organizarse de cara a aumentar los efectivos para la jornada de hoy. La colaboración ciudadana es la última esperanza para ellos.