Una incidencia en el sistema habitual que graba los juicios en la Ciudad de la Justicia de Zaragoza ha destapado la existencia de otro, desconocido hasta ahora por todos los usuarios, y que ya ha hecho que asociaciones de jueces como la Francisco de Vitoria lo haya puesto en conocimiento del Consejo General del Poder Judicial (CPGJ) por considerar que se vulneran derechos como el del honor, intimidad o la protección de datos. Muchas conversaciones personales en los recesos de las vistas podrían haber quedado registradas, entre otros elementos.

El malestar se ha extendido entre jueces, fiscales, secretarios judiciales y demás funcionarios, ya que se sienten vigilados como en el conocido programa Gran Hermano, de nombre inspirado en la distopía de George Orwell. Fuentes consultadas por EL PERIÓDICO DE ARAGÓN explican que la creencia de todos los trabajadores era que solo existían dos sistemas de grabación: el Fidelius, que registra todo lo que ocurre durante la celebración de vistas y que está controlado mediante firma electrónica por los letrados de la administración de justicia, y el de emisión a la sala de prensa, que tiene que estar previamente autorizado por el magistrado en cuestión, que es el que acciona dicho dispositivo en cada momento.

Sin embargo, tras descubrir que estaban siendo grabados durante todo el día sin interrupción, el juez decano de Zaragoza, Roberto Esteban, solicitó explicaciones formales al Gobierno de Aragón. Desde el Departamento de Presidencia reconocieron la existencia del sistema Bosch. A través de un informe, desde el Ejecutivo autonómico explicaron que «toma las imágenes de las misma cámara de Fidelius» cuyo campo de visión alcanza al acusado, la zona del público y en ocasiones el lugar donde están fiscales y abogados. El audio también se nutre del Fidelius y el juez dispone de un micrófono maestro que puede encender, apagar y bloquear.

ELEMENTO DE RESPALDO

La justificación de su existencia es «por respaldar a Fidelius frente a averías o, lo que es más frecuente, a un mal uso del mismo por apagados involuntarios u olvidos en el reinicio de las grabaciones» y reconoce que «funciona automáticamente sin intervención alguna de una persona». Todo ello va a un disco duro cuyas grabaciones se van eliminando automáticamente conforme se agota la capacidad del mismo. Para acceder a estas grabaciones «es a demanda del juzgado y con el visto bueno del secretario».

Pero todas estas explicaciones no han satisfecho a los trabajadores de la Ciudad de la Justicia de Zaragoza que lo pusieron en conocimiento de la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) que, tras reunirse, admitió que desconocían que en las diferentes salas se estaba utilizando además este sistema de grabación «atribuyendo tal responsabilidad en su existencia y custodia al gobierno autonómico».

Ahora está en manos del CGPJ porque los trabajadores de este espacio judicial consideran que se han grabado muchas conversaciones personales en momentos como los recesos en las celebraciones de juicios, en los transcursos entre juicios o cuando fiscales y abogados llegan a acuerdos judiciales en los que se tratan siempre situaciones personales tanto de víctimas como de acusados. También plantean una serie de dudas como: ¿quién lo ha regulado durante todo este momento? ¿dónde está situado ese disco duro en el que se almacenan los datos? e, incluso, ¿por qué lo han ocultado?

DUDAS SOBRE SU LEGALIDAD

La asociación judicial explica que en las salas de vistas y dependencias judiciales se practican distintas actuaciones judiciales y extrajudiciales, por lo que se «podría estar vulnerando» la ley de protección de datos y garantía de derechos digitales. «No estamos ante un servicio de grabación ordinario, como pudiera ser el de un centro comercial o cualquier otro edificio público, sino que las especiales circunstancias de los edificios judiciales nos obligan a estar alarmados ante posibles vulneraciones del derecho al honor, intimidad e imagen de menores e incapaces», señalan.

También considera esta asociación que podrían vulnerar el derecho a la defensa y la presunción de inocencia y pone como ejemplo las entrevistas reservadas entre cliente y abogado, especialmente cuando el encausado se encuentra en situación de detención.

NO SOLO EN ZARAGOZA

El Gobierno de Aragón señala que este sistema de toma de imágenes y sonido no solo está instalado en la Ciudad de la Justicia de Zaragoza, sino también en Ejea de los Caballeros, en las salas 0 a 10 del Palacio de Justicia de Huesca, en la Audiencia Provincial de Zaragoza, en las salas civil, criminal y contencioso del TSJA, en Boltaña, Barbastro, Fraga, Tarazona y Calatayud. Ninguno de los trabajadores de dichos espacios ha realizado queja alguna, si bien, tal y como afirman fuentes consultadas por este diario, posiblemente "no lo hayan descubierto aún".

Las salas en las que está instalado este sistema en los edificios Vidal de Canellas y Fueros de Aragón son de la 1 a la 35. Desde la Asociación Francisco Vitoria quieren saber si está en el despacho del juez de guardia.