El Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Zaragoza, en funciones de guardia, decretó ayer el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza para Fabio Miguel C. C., de 34 años, que fue detenido el pasado 6 de mayo en Zaragoza por agredir supuestamente a su expareja con un cúter, causándole lesiones en el cuello.

La agresión fue vista por un conductor de autobús urbano que pasaba por la zona y que intervino rápidamente, de tal forma que evitó que la mujer muriera degollada. El ingreso en prisión se realizó bajo la acusación de un delito de homicidio en grado de tentativa.

La jueza encargada del caso emitió un auto en el que asimismo, siguiendo la petición del fiscal, prohíbe al sospechoso que se comunique con la víctima por cualquier medio, al tiempo que le obliga a no acercarse a menos de 500 metros de la joven.

El hombre pasó a disposición judicial en la mañana de ayer y declaró en el juzgado a mediodía durante una hora, según indicaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA). En la misma resolución, la titular del juzgado estableció una nueva comparecencia para el próximo 29 de mayo de la víctima y tres testigos, siempre y cuando las circunstancias lo permitan. Se trata del conductor del autobús que salvó la vida de la víctima, de una pasajera de la línea 53 y de un conductor que se hallaba en otro vehículo situado detrás del de la víctima, un Peugeot 206.

Los hechos sucedieron sobre las 20.30 horas, cuando la pareja empezó a discutir en el coche y el hombre propinó a la mujer un corte en el cuello. Manuel Izaguirre, conductor en la línea 53, vio la escena, se apeó del autobús y sacó a la chica por la ventana (esta tenía las piernas fuera).

El agresor salió del coche y empezó a darse cortes en el cuello, tras lo cual trató de agarrar a su expareja por el pelo, momento en el que el chófer se interpuso y recibió un corte en un mano. Finalmente, con la ayuda de varias personas que se hallaban en la zona consiguió retener al autor mientras esperaban a la Policía, que llegó y lo detuvo.

El suceso, otro nuevo caso de violencia machista, causó una honda conmoción en Zaragoza por su inusitada violencia.