Tauste es una de las localidades que están sufriendo rebrotes en esta segunda oleada de la pandemia. Aunque la situación está alejada de las que se dan en otros puntos de la comunidad, el desánimo cunde en la localidad, según explica su alcalde, Miguel Ángel Francés.

-¿Cómo está la situación en Tauste con los rebrotes?

-La situación está complicada, mucho, porque tenemos por un lado en una de las residencias, entre residentes y trabajadores, y también un brote familiar. Aunque la mayoría son asintomáticos, calculo que tendremos 45 en la residencia y otros tantos entre el resto (con datos del jueves). Además, también hay casos en Pradilla y Novillas, que sepamos. El problema es que me temo que nos vamos a tener que acostumbrar a vivir así, porque la gente está concienciada, toma las medidas adecuadas, y aun así salen casos. Yo veo el pueblo muy triste, la gente está triste.

-¿Se han tomado medidas para atajar estos brotes?

-Automáticamente Sanidad ha tomado las precauciones adecuadas, y en el Ayuntamiento hemos colaborado con la desinfección y pagando los gastos que supongan los EPI (Equipos de Protección Individual) de los trabajadores. Aquí tenemos dos residencias de la misma fundación, Pérez de Gotor, y han salido los casos en la nueva.

-Ya decía usted al acabar el estado de alarma que la gente no se terminaba de animar, cuando ampliaron las ventajas de las localidades de hasta 5.000 habitantes a las de 10.000 ¿Sigue percibiendo temor en el pueblo?

-Como le decía, lo veo triste, la gente no se anima, porque la situación es complicada. Hay muchos brotes familiares y cada día van saliendo casos nuevos. También es verdad que afortunadamente se detectan estos casos, porque se están haciendo muchas más pruebas PCR.

-¿Sabe mal que se libraran de tener casos en lo peor de la pandemia y los estén sufriendo ahora?

-Esa es la historia. Cuando peor estaba la cosa en las residencias no tuvimos casos, y ahora, sí. Tampoco sabemos exactamente de dónde ha venido, es una situación inexplicable. Nos han vendido tantas motos, que si el calor lo iba a frenar, y ha sido peor, que no sabe uno a qué atenerse. Yo estoy preocupado, la situación es preocupante.

-¿Se sienten apoyados e informados por la Administración?

-Aquí en el ayuntamiento nos sentimos muy bien informados por el centro de salud y las residencias, y nosotros colaboramos con bandos municipales, recordando a la gente la importancia de llevar la mascarilla y otras medidas de seguridad. Agradezco la comunicación y la colaboración que tenemos con ellos. Si se refiere al Gobierno de Aragón, la verdad es que no tengo ninguna comunicación. Como con la disyuntiva de los colegios, hemos ofrecido la Casa de Cultura para poder ampliar el espacio, y no nos dicen nada, ni sabemos el protocolo (esta entrevista se realizó el jueves, horas antes de que este se diera a conocer). Nos sentimos un poco dejados de la mano de Dios, pero por lo que hablo con otros alcaldes parece que estamos un poco todos igual.

-Se suele hablar mucho de la repercusión en el turismo, pero en zonas algo menos turísticas, como puede ser Tauste, ¿han notado mucho bajón este verano?

-Aquí se notó en el estado de alarma, pero creo que supimos reaccionar a tiempo. Inyectamos 720.0000 euros en ayudas para autónomos, comercios y residencias, de nuestros remanentes. (Tauste tiene un presupuesto municipal de 8,6 millones). Esto es como una casa, cuando se ahorra, luego te puedes permitir este tipo de gastos. Con estos planes algo se ha paliado el problema, porque es triste que uno tenga que cerrar el negocio 45 días, sin ingresar nada pero con los gastos de alquiler y otros fijos que tiene que seguir pagando. Así que lanzamos este Plan Impulsa, con 1.800 euros de ayudas en el primero y otros 900 en el segundo plan. También activamos el Bono Comercio, que con cada 30 euros de compra en establecimientos de el ayuntamiento ponía otros 10, y creo que ayudó bastante a reactivar la economía.

-Fueron de los primeros municipios que tuvieron que suspender las fiestas, por calendario...

-Si, con mucho dolor, tuvimos que suspender las fiestas, que las teníamos en abril. Lo hicimos pensando que en septiembre la situación habría mejorado y podríamos hacer algo, pero a la vista está que no. Ahora nos estamos planteando a ver si en abril del año que viene podemos llegar a recuperarlas.

-¿La gente lo entendió, precisamente al ser de los primeros en adoptar una decisión como esta?

-Sí, la gente lo entendió perfectamente. Lo primero es la salud, y en estas circunstancias no estamos para aglomeraciones, ni en abril ni ahora. Incluso hubo una iniciativa para salir todos a los balcones con los pañuelos de las fiestas, cada uno desde su casas, y los jóvenes hicieron vídeos, que circularon mucho, simulando que se iban a los almuerzos, como hubieran hecho si no llega a ser por todo esto. Fue una cosa bastante emocionante.

-¿Hay algún proyecto que tuvieran especiales ganas de emprender pero que la pandemia haya impedido?

-Seguimos con las inversiones previstas. Lo que tengo claro es que este año la regla de gasto se irá al garete, pero tengo igual de claro que antes de la regla de gasto están los ciudadanos, y no podemos dejar de atenderlos en una situación así.