La confirmación de la presencia de un lobo en Monegros, con la reciente muerte de dos ovejas de un rebaño en Leciñena, ha llevado al departamento de Desarrollo Rural y del Gobierno de Aragón a buscar medidas que ya se aplican en otras comunidades como Castilla-León o Asturias para aminorar la presencia del cánido y proteger las explotaciones ganaderas.

Así lo comunicaron ayer el director del servicio provincial de Zaragoza, Ángel Daniel García; el de Huesca, José Miguel Malo, y el jefe de servicio de Biodiversidad, Manuel Alcántara, en el transcurso de una reunión en Leciñena con alcaldes y ganaderos.

Entre las medidas que se plantea el Gobierno figuran la adquisición de vallado especial para cederlo a las explotaciones, colocar pastores eléctricos, contar con la presencia de perros mastines y la creación de grupos de trabajo que permitan hacer un seguimiento de la situación, atendiendo tanto al plano socioeconómico, a la viabilidad de las ganaderías extensivas como de protección de la biodiversidad.

La insólita presencia de lobos en Aragón, donde no había ejemplares hace años, hace que no haya una legislación sobre la especie. Ello no quiere decir que esté desprotegida. De hecho, no está considerado especie cinegética, por lo que no se puede cazar.