Lola Ranera: «Un ayuntamiento de PSOE y Cs es lo que tendría que haber ocurrido»

- Primero intentaré convencerles de que no haya acto. Si no hay fiestas populares no puede haber fiestas para los políticos. ¿Qué queremos, una foto? Ahora no toca. Pero tampoco queremos ser el único grupo municipal que no presente hijo predilecto. Si se celebra nosotros propondríamos como hijo predilecto a la Policía Local en nombre de todas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

- Seis meses después de la aplicación del estado de alarma, ¿cómo califica la gestión de PP y Cs al frente de la ciudad?

- Desde el primer momento le di todo mi apoyo a todos los que estaban gobernando. De todas formas, cuando la prioridad era la crisis sanitaria, el ayuntamiento no tenía competencias. Ahora estamos en otro momento, en un momento de crisis económica, y tienen que actuar.

- Por lo que entiendo, a partir de ahora, van a exigir más como oposición.

- Sí. Vamos a exigir ayudas directas para los ciudadanos y para los sectores que peor lo están pasando, que son los autónomos, los hosteleros, los comercios… Hasta ahora, el ayuntamiento lo único que ha puesto en marcha son los microcréditos. Es decir, se ha convertido en un prestamista. Y no puede ser. Se han acabado los tiempos de los préstamos y lo que hay que hacer es inyectar dinero.

- ¿Y de dónde sale ese dinero?

- Este ayuntamiento ha tenido ahorros durante la pandemia porque mantuvo muchos equipamientos cerrados. Además, el alcalde de esta ciudad tuvo la oportunidad de traer 70 millones de euros de Madrid y vino con cero. (Jorge) Azcón ha hecho rehén a la ciudadanía de su posicionamiento político marcado desde Génova. Con 70 millones podríamos dar muchas ayudas directas.

- Esos 70 millones de euros hubieran llegado, en todo caso, si el decreto del Ministerio de Hacienda se hubiese tramitado como proyecto de ley, y ello implica que los plazos se hubieran extendido mucho en el tiempo. El ayuntamiento quería el dinero ya.

- Y con esta propuesta llegaba dinero ya. Habría 22 millones del fondo del transporte y podríamos haber usado los remanentes. Y también podríamos haber acceddido al fondo europeo como entidades locales. Ahora no tenemos nada. Bueno sí, Azcón tiene muchas fotos.

- Pero no solo el PP se opuso al decreto impulsado por Hacienda. Casi todos los partidos pusieron pegas. ¿Se ha sentido cómoda defendiendo, en todo momento, la propuesta del Gobierno central?

- Por supuesto. Sí. Cuanto más conocía este decreto más me creía que era una buena propuesta para las ciudades. Para las que tenían remanentes y para las que no tenían. Recordemos que la última noche se acordó que el 60% del fondo de 5.000 millones llegara también a los ayuntamientos sin remanentes.

- Pero, reitero, ese dinero hubiera tardado en llegar.

- Eso no lo sé. Lo que sé es que ahora no va a llegar nada. El Ministerio ha tenido que poner una nueva propuesta encima de la mesa para que haya alternativas. De cualquier forma me parece interesante el doble rasero de Azcón: es capaz de, para que no lleguen 70 millones de euros, sentarse a cenar con Esquerra Republicana de Cataluña y sin embargo critique al Gobierno de Sánchez por negociar con Esquerra los Presupuestos Generales del Estado, que sirven para que llegue dinero a todos los españoles.

- ¿No le ha faltado mano izquierda al Ministerio de Hacienda? Antes de la votación ya sabían que la iban a perder.

- No sé lo que pasó en Madrid porque yo me dedico a Zaragoza. Pero conozco a Jorge Azcón y su talante, en ningún caso, ha sido proponer alternativas. Solo le interesaba que Pedro Sánchez perdiera la votación.

- Sobre memoria histórica: ¿los expertos (G. Fatás, A. Sesma y P, Barranco) que redactaron el informe sobre las once calles que podrían cambiar de nombre le parecen los adecuados?

- Eso habrá que preguntárselo al equipo de Jorge Azcón, que fue quién los nombró. Nosotros lo que dijimos desde un primer momento es que es un tema tan sensible que se tenía que crear una comisión de expertos. A partir de ahí… Puedo tener mi opinión personal, pero mi opinión personal no vale. Ahora no voy a cuestionar a los expertos. Ya tenemos el informe.

- ¿Y qué les parece este informe?

- Lo estamos trabajando. Pero en Zaragoza, desde el año 78 se han modificado ya 56 calles. 13 en el 78 y 43 en el 2009. Y ese año gobernaba Juan Alberto Belloch. No somos sospechosos de nada.

- ¿Cómo se lleva con sus compañeros de la izquierda, Podemos y ZeC?

- Bien. Tenemos buenas relaciones, pero seguirá habiendo diferencias de opinión. Creo que los tres grupos vemos que esta ciudad está perdiendo derechos porque Azcón tiene que gobernar con la ultraderecha. PP tiene ocho concejales y Cs seis. Necesitan los dos votos de la ultraderecha (la mayoría son 16 concejales).

- A nivel nacional, Cs se está acercando al PSOE. Si ese giro hubiera sucedido antes, ¿habría un gobierno en Zaragoza del PSOE y Cs?

- Es lo que tendría que haber ocurrido. De hecho hubo un ofrecimiento de Pilar Alegría. Hubo una mesa de negociación, pero a Sara Fernández (Cs) le llamaron de Madrid y le dijeron que el socio preferente era el PP. Este país votó varias veces y el resultado era claro. Y era la suma de PSOE más Cs.

- ¿Hubiera preferido esa fórmula también a nivel nacional?

- Yo prefería que saliera la mayoría. Es la única forma de gobernar.

- Entonces, tras unas hipotéticas elecciones, ¿se sentiría más cómoda gobernando con Cs o con ZeC y Podemos?

- Habría que ver cómo salen los números. En los últimos cuatro años apoyamos a (Pedro) Santisteve para que gobernara ZeC. Veremos.

- Quedan tres años para volver a votar. No sé si están ya perfilando su candidatura como alcaldable o esperarán. La portavocía le cayó de rebote después de la marcha de Pilar Alegría.

- Totalmente (risas). Ahora me preocupa mucho más la situación por la que estamos pasando. Lo que tenga que venir de mi partido vendrá. Y yo como siempre estaré agradecida y a su disposición.

- Hablemos de problemas de ciudad. ¿El PSOE estaría a favor de la remunicipalización del servicio del bus?

- Siempre hemos dicho lo mismo: lo que hay que hacer es garantizar el servicio público y que no tenga más costes para la ciudad. A partir de ahí estamos abiertos a estudiarlo todo. Todo es sentarse y ver lo que es más barato. Mi sensación es que remunicipalizar dispara los costes. Y ejemplos tenemos.

- El ayuntamiento anunció para septiembre la reorganización de las líneas de autobús. ¿Les han comentado ya algo a ustedes?

- Vamos a exigir información. En Zaragoza tenemos un problema brutal con el eje este-oeste. En esta ciudad se hizo la línea del tranvía, norte-sur, y desde entonces no se han reorganizado líneas. Y en este tiempo encima nos han adelantado por la izquierda los patines, las bicis…

- ¿El PSOE mantiene la idea de crear una segunda línea del tranvía para ese eje este-oeste al que se refiere?

- El Gobierno lleva ya 500 días al frente de la ciudad. Que empiecen a plantearnos proyectos. Yo lo que tengo claro es que el eje este-oeste se tiene que cubrir con una línea. Y una línea con plataforma única, sostenible medioambientalmente… ¿Cómo se llama eso? Pues bueno, el Gobierno tendrá que gobernar y darle solución.

- Recientemente aprobaron en el consistorio la ordenanza que prohíbe el botellón. Hablaron entonces de planes de ocio alternativo pero, sinceramente, ¿cree que los jóvenes pueden sentirse atraídos por esos planes?

- Las mejores políticas de juventud que se hicieron en este país en los 80 fueron las del Ayuntamiento de Zaragoza. Fuimos pioneros y ahí es cuando nacieron las casas de juventud. Fue una revolución. Pero, ¿qué ha pasado? Pues que han pasado 40 años y los jóvenes han cambiado. Hay que devolverles el protagonismo a los jóvenes. No puede ser que las personas de 50 años decidan por ellos.

- Dígame una cosa bien que haya hecho Azcón.

El Acuerdo para el Futuro de Zaragoza.

- ¿Y una que hayan hecho ustedes mal?

No exigir en ese acuerdo que hubiese ayudas directas. Y la ingenuidad. Creí que Azcón iba a ser más generoso y que trabajaría en equipo.