Mide 2,10 pero no es Pau Gasol. Es el colmillo de un mamut que apareció por casualidad hace poco más de un mes en el término de Ateca, junto a los ríos Jalón y Manubles. Una excavadora sacaba zahorras de una finca cuando observó una extraña mancha blanca en la pared de explotación. El operario advirtió del hallazgo a Enrique Pérez, propietario del terreno, quien lo puso en conocimiento de su sobrino, Enrique Baquedano, director del Museo Arqueológico Regional de Madrid, y de un vecino suyo, Francisco Martínez, casualmente, también arqueólogo.

No es de extrañar que con estos precedentes, la dirección de Patrimonio de la DGA pusiera rápidamente manos a la obra. La directora de la Escuela Taller de Restauración Paleontológica de Teruel, María Dolores Marín, se encargó de su extracción durante la semana pasada y descubrió que detrás del fragmento de 1,2 metros que estaba en la superficie quedaban sepultados otros 90 centímetros.

El director de Patrimonio de la DGA, Jaime Vicente Redón, explicó que no son muy frecuentes este tipo de hallazgos, "aunque todavía hay que esperar a analizar el fósil para hacer una valoración". De momento, lo que parece claro, señaló Redón, "es que se trata de un colmillo de mamut que fue arrastrado, por lo que es improbable que se encuentre el resto del esqueleto".

Según explicó el arqueólogo Enrique Baquedano, el mamut estuvo presente en la península desde hace aproximadamente un millón de años hasta hace 10.000, cuando emigró a causa del calentamiento de las capas superiores de la tierra a lugares más fríos, como Siberia.

Extracción del fósil

Varios miembros de la Escuela Taller de Restauración Paleontológica de Teruel se desplazaron la semana pasada hasta Ateca para su extracción. Según explicó la directora, María Dolores Marín, "los primeros pasos se dedicaron a recubrir el fosil con consolidante para sacarlo en buenas condiciones".

El siguiente paso fue engasarlo como una momia para que no se perdieran nuevas esquirlas. Al encontrarse el colmillo en un frente, fue necesario cortar la tierra al ras y finalizar el trabajo con material de precisión. Una vez sacado el colmillo, se trasladó hasta el laboratorio que la escuela tiene en Teruel para consolidarlo y analizarlo durante el més de septiembre.