Un total de 163 familias fueron atendidas en Aragón durante el 2018 por situaciones de violencia por parte de los hijos o hijas hacia sus progenitores y otras personas que forman parte del entorno familiar por el Espacio Ariadna, el proyecto de la Fundación para la Atención Integral del menor (FAIM).

Esta cifra se encuentra en aumento puesto que, desde que se puso el Espacio Ariadna en 2014, las familias atendidas son cada vez más ya que en 2016 fueron 100 y en 2017 se registraron 150, informan fuentes de la fundación en una nota de prensa.

La violencia filio-parental viene acompañada de patologías mentales, consumo de tóxicos, relaciones conflictivas y, en ocasiones, derivada del proceso de separación de los padres.

El presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Violencia Filio-parental (Sevifip), Roberto Pereira, ha explicado que el aumento de casos de este tipo de violencia también puede deberse al rol que ejercen los padres en esta época con sus hijos, tratando de ser "más próximos y más amigos" sin establecer unos "límites y normas".

Por ello, como ha explicado Coduras, desde Sevifip se busca solventar el problema a través de "tres patas", la primera de ellas el Espacio Ariadna, que cuenta con la intervención directa con las familia y la intervención terapéutica y socio-educativa.

El gerente de FAIM, Pedro Coduras, ha explicado que perfil de los jóvenes que más acuden al Espacio Ariadna son de familias de "clase media-baja", un 60 % chicos, de entre 13 y 18 años y que poseen una trayectoria escolar en la que han repetido curso o piensan abandonar el sistema educativo sin terminar la ESO.

La segunda línea es el programa Educlando, en el que se trabaja con institutos y estudiantes de secundaria y bachiller para prevenir las conductas violentas y mejorar el uso de las redes sociales y las relaciones entre iguales.

El último ámbito de trabajo es el Observatorio de la Violencia Filio-Parental en el que se busca poner en contacto a personal de la policía, trabajadores sociales municipales y orientadores educativos.

Además, Coduras ha incidido que el impacto de esta violencia durante el 2018 pudo afectar a una 500 personas si se incluyen los familiares cercanos como tíos, abuelos o primos.