Máximo Sandín es un hereje de la religión en la que, para él, se ha convertido la biología. Este científico heterodoxo es uno de los máximos exponentes de las teorías que atacan al gran dogma biológico, el darwinismo. Pero no lo hace desde el creacionismo, sino desde la verdadera ciencia. La pasada semana estuvo en Zaragoza, dando conferencias de la mano del colectivo Nueva Biología

--¿Sostiene que Darwin no fue importante como científico?

--Sí. Sus ideas eran propicias para el clima social de la Inglaterra Victoriana. Las ideas sobre la competencia y la supervivencia de los más aptos casan muy bien con el colonialismo y también con el capitalismo, pero como teorías científicas, no valen. No era un científico, era un aficionado rico que experimentó con animales domésticos para explicar la naturaleza, lo cual es absurdo. Las bases científicas de sus teorías ni siquiera eran suyas.

--¿No inventó nada?

--Cuando Darwin publicó su libro, las teorías sobre la evolución en distintos aspectos ya llevaban un siglo enseñándose en las universidades de Francia y Alemania, pero no hablaban de animales aptos ni menos aptos. Darwin incorporó los conceptos de guerra permanente entre especies en la evolución, basándose en Malthus, discípulo de Adam Smith, que venía a decir que a los pobres había que dejarlos morirse porque no había para todos. Esto causó que tuviera gran aceptación en las clases altas.

--Concretando, ¿en qué se equivocó Darwin?

--Por ejemplo, en que las especies han evolucionado a base de mutaciones graduales y al azar. En realidad, se trata de reorganizaciones en el proceso embrionario. Los cambios en la información genética parten de virus y bacterias que han provocado reorganizaciones genómicas.

--Decía que nuestro genoma ha variado por virus y bacterias...

--Sí, el genoma de los seres vivos se basa en la acumulación de virus y bacterias, que han colaborado a lo largo del tiempo. Otra falacia del darwinismo es que la información genética está solo en el ADN, lo que justificaría que los hijos de los ricos sean ricos por naturaleza. En realidad, la información está en el ADN, el ARN y las proteínas, todo ello determinado por el ambiente.

--Sus teorías tienen implicaciones filosóficas, la historia de la vida sería más una continua cooperación --de virus y bacterias-- que una lucha a muerte.

--Sí, pero es una filosofía cooperativa basada en datos, no en creencias como el darwinismo. Y la filosofía que impera genera muchos desastres.

--¿Por ejemplo?

--Principalmente, la investigación sobre salud ha pasado a estar controlada por la industria, de ahí que, aunque los datos sean apabullantes, no se cambie nada. Las enfermedades hereditarias, por ejemplo, no se solucionan con la llamada ingeniería genética. Una vez más, se descuida el ambiente, que es lo que causa estas alteraciones.

--¿Está entonces en contra los medicamentos?

--Sin duda la industria farmacéutica causa estragos. Por ejemplo, en la inmunización de las bacterias contra los antibióticos. Tampoco la eficacia de las vacunas está tan clara.

--Parece contrario al progreso científico en la medicina.

--No estoy en contra del progreso científico, sino de este progreso, tanto en la ciencia como en la sociedad, incluído el mal reparto de la riqueza.

--Según sus teorías, se cae Darwin, y si se confirma que los neutrinos han superado la velocidad de la luz en cierta manera se cae Einstein...

--La investigación científica debería cuestionarlo todo. Por eso envidio a los físicos, encuentran un posible fallo en Einstein, o en su día en Newton, y se entusiasman. En biología no se admiten ataques a Darwin. Además, la universidad es una institución que adolece de inercia, se enseña siempre lo mismo.