El hijo del dueño del establecimiento zaragozano para el que trabajaba el joyero degollado en Tudela en noviembre de 2001, pagará una multa de 60 euros por propinar dos patadas a uno de los tres procesados, María Pilar Pueyo Hernández, de 52 años, durante su declaración como testigo en el juicio celebrado la semana pasada en la Audiencia de Navarra. La multa le fue impuesta en sentencia de juicio rápido por el Juzgado de Instrucción número tres de Pamplona

El incidente se registró en la segunda sesión del juicio contra los tres procesados, los súbditos colombianos, Jesús Orlando, de 37 años, y Gerson Gutiérrez, de 25, y de la ya citada, esposa del anterior, de 52, a quienes un jurado popular consideró culpables del robo y asesinato del joyero zaragozano, José Luis Magurda, de 47 años.

Al juicio rápido no asistió al presunto agresor, pero sí la hora condenada, María Pilar Pueyo, quien confirmó que había recibido dos patadas del, aunque justificó el incidente en el hecho de que éste estaba "llorando y afectado" durante su declaración.

Pueyo, que al igual que los otros dos procesados se enfrenta a una pena de prisión condena que oscila entre los 23 y 25, manifestó que el joyero asesinado "era muy buena persona", y que ella también estaba "muy afectada " por lo que había ocurrido.

Sin embargo, la juez no le permitió seguir declarando, ya que, en su opinión, sus manifestaciones sobre el joyero asesinado en Tudela con su colaboración no tenían ninguna relación con los hechos que se estaban juzgando.

Durante el juicio, que apenas duró cinco minutos y en el que sólo estuvo presente la hija de Pueyo, el ministerio fiscal solicitó para el denunciado una multa de 60 euros por una falta de lesiones, tras aplicarle la atenuante de arrebato, tras lo cual la juez dictó la sentencia en el acto.

VEREDICTO Después de una semana de juicio y dos jornadas más de deliberación, un jurado popular emitió el pasado día 15 un veredicto de culpabilidad en el que consideraba probado que los tres acusados idearon un plan para robar al representante de joyería zaragozano el muestrario de joyas que llevaba, valorado en 102.000 euros. La víctima fue atraída con engaños por la mujer para realizar una presunta venta a la ciudad navarra de Tudela, donde posteriormente fue degollada por dos de los inculpados.