La Policía de Zaragoza contará con una nueva unidad especial para luchar contra la venta de droga al menudeo y acosar a los camellos que actúan en las calles de la ciudad. El grupo, que dependerá del de Estupefacientes de la Brigada Judicial, se formará a partir de septiembre, cuando se convocarán las plazas para cubrirlo, según informaron fuentes del Cuerpo.

La creación de este nuevo servicio no constituye una idea nueva en la capital aragonesa, ya que se planteó por primera vez hace 15 años. Desde entonces, el proyecto se ha estudiado en varias ocasiones sin que llegara a cuajar, ya que estas funciones las han ejercido los grupos operativos de las comisarías de distrito hasta que se puso en marcha la Policía 2000, que creó un vacío en la lucha contra estas conductas delictivas.

No obstante, desde hace cuatro años se ha multiplicado la presencia de camellos en diversos sectores de la ciudad, donde actúan incluso a la luz del día y cerca de centros escolares y de otros espacios sensibles.

Esta situación ha generado alarma ciudadana en algunos sectores, como el Casco Antiguo, con puntos calientes en las calles de Cerezo, San Pablo, Boggiero, y en la zona de Doctor Cerrada, principalmente.

La lucha contra el tráfico de drogas al menudeo es una de las principales reivindicaciones de las asociaciones de comerciantes de Conde Aranda y San Pablo, así como de los vecinos. La primera condicionaba la recuperación del sector, tras las importantes obras de remodelación de la calle, a la desaparición de los traficantes de las esquinas.

CAMBIOS La creación de la unidad contra los camellos no es la única novedad a la que se enfrenta la Jefatura Superior de Policía de Aragón, que también tendrá que cubrir varias vacantes de comisarios en diversos lugares de la comunidad y habilitar antes de que termine el año nuevas dependencias para la comisaría de Centro y la Brigada de Extranjería.

Las fuentes policiales consultadas señalaron que en los próximos meses quedarán vacantes las comisarías de Jaca y Calatayud, donde sus actuales responsables, José Luis Borau y Andrés Cardiel, respectivamente, pasarán a segunda actividad al cumplir la edad reglamentaria.

El nuevo jefe superior, Leoncio Lorente, cuenta además en estas comisarías con el problema añadido del déficit de agentes básicos, especialmente en Jaca. La localidad altoaragonesa no suele ser solicitada por los policías de las nuevas promociones por considerarla una ciudad cara para los salarios que reciben.

En la actualidad, la seguridad ciudadana de Jaca depende en gran medida de los alumnos en prácticas que envía la Escuela de Avila, pero su servicio allí tiene un plazo de caducidad.

PIEZA CLAVE También quedará vacante en septiembre la plaza de comisario en la Brigada de Seguridad Ciudadana, una pieza clave en el organigrama de la Policía de Zaragoza, ya que su actual titular pasará a ocupar la máxima responsabilidad en Teruel.

De esta unidad depende la seguridad en las grandes concentraciones y manifestaciones, la custodia y el traslado de detenidos, la Brigada Móvil y la custodia de edificios y dependencias policiales, entre otros cometidos.

En esta brigada también hay otros problemas, ya que tampoco se ha cubierto el mando de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), desde que pasó a segunda actividad su anterior titular, Juan Vizcaíno.

Por otra parte, la Policía tendrá que habilitar nuevas dependencias para la comisaría de distrito de Centro, que tiene que abandonar el 1 de enero las de Ponzano, donde estaba de alquiler.

El destino de Centro está en las instalaciones de la Brigada de Extranjería, en el cuartel de General Mayandía, pero antes habrá que buscar acomodo a esta unidad, para lo que se tendrá que habilitar a marchas forzadas el antiguo Parque Móvil en la avenida de Valencia.