El recluso de 21 años que se ahorcó el pasado miércoles en las duchas de la prisión de Zuera, según adelantó EL PERIÓDICO DE ARGÓN, había sido protagonista previamente de un enfrentamiento con unos funcionarios del centro penitenciario. El incidente se produjo cuando se comprobó que el joven, P. A. C. H., había ocasionado daños en el gimnasio de la cárcel sirviéndose de unas pesas, según indicaron fuentes penitenciarias.

Este mismo preso se vio implicado tiempo atrás en otro hecho grave, cuando ingirió voluntariamente varios tornillos. Se trató de una forma de presionar para que se le permitiera salir de la cárcel para conocer a su hijo recién nacido.

P. A. C. H. cumplía condena en el citado centro penitenciario por intentar asfixiar a una anciana de 84 años, en compañía de un primo suyo, en agosto del año 2017. Ambos se abalanzaron sobre la mujer cuando esta se introducía en el ascensor de su casa y una vez dentro la agarraron del cuello, le arrebataron la cartera y le quitaron distintas joyas que llevaba puestas.

La muerte por suicidio de este recluso se suma a la treintena de fallecimientos ocurridos en las cárceles españolas en lo que va de año. Los funcionarios que descubrieron el cuerpo del joven colgando de las duchas trataron de reanimarlo, pero todos los esfuerzos fueron en vano.

En la misma prisión de Zuera se han registrado otros episodios pero que, afortunadamente, no han tenido un final tan trágico. Así, un interno sufrió una sobredosis, otros se tragó unas pilas y un tercero fue apuñalado. Asimismo, otro recluso trató de quitarse la vida lanzándose contra el suelo de la pista de baloncesto desde una de las canastas.

Estos casos pueden dar lugar a indemnizaciones por parte del Estado, dado que los tribunales de justicia en ocasiones consideran que ha habido un mal funcionamiento de los servicios de vigilancia respecto al deber de garantizar la seguridad de las persona internas, que están a cargo del Estado. En este sentido, cabe destacar que en las cárceles se realizan controles para prevenir el riesgo de suicido y que se imparte incluso programas con los presos que presentan un perfil psicológico de mayor riesgo.