La Audiencia de Zaragoza ha condenado a dos años de prisión a Manuel P. R. propietario de la empresa Oasis Motor, antigua concesionaria oficial de los vehículos Tata, por un presunto delito de estafa. La sentencia también condena como responsable civil subsidiaria a la sociedad que preside el procesado.

La sentencia está relacionada con la venta de un vehículo de la citada marca en diciembre del 2000, cuando Nissho Motor España retiró al acusado la concesión de Tata ante las quejas de varios clientes que vieron incumplidas las entregas de vehículos que habían comprado.

La querella por estafa fue presentada por un cliente que adquirió un Tata Safari a Oasis Motor, sin conocer el conflicto que había surgido entre la concesionaria y los fabricantes del automóvil. Para ello depositó el 14 de diciembre del 2000 la cantidad de 2.445.000 pesetas, quedando pendiente el pago de 753.000 para cuando le entregaran el coche, que nunca llegó a su poder.

El tribunal estima los argumentos del fiscal y del abogado de la acusación particular, José María Viladés, al entender que los hechos reúnen los requisitos de una estafa, ya que el acusado sabía cuando cobró el primer pago que no podía servir el vehículo adquirido y incluso pretendió que el cliente abonase el resto del dinero.