El exconsejero de la Generalitat de Cataluña huido a Bélgica Lluís Puig declaró ayer por videoconferencia ante un tribunal de Huesca por el denominado caso de los bienes del Monasterio de Villanueva de Sijena. Aseguró que no tenía «ánimo de desobediencia» en la entrega de las obras de arte y denunció no haber podido comparecer con el mismo sistema en noviembre de 2017 en el juicio por la crisis catalana.

El exconsejero, que está acusado de un delito de desobediencia por no haber entregado las 44 obras de arte del monasterio que se encontraban en Lérida cuando él tenía atribuciones en el área de Cultura.

Las obras de arte del monasterio de Sijena fueron entregadas en diciembre del 2017 durante la aplicación del artículo 155 en Cataluña y bajo fuertes medidas de seguridad, pero la causa contra Lluís Puig y Santi Vila, quien también fue consejero de Cultura, sigue abierta por desobediencia y prevaricación al negarse a facilitar la entrega de las obras.

Puig cuestionó el hecho de que en noviembre del 2017 la Audiencia Nacional española no autorizase su declaración por videoconferencia y ahora sí se le haya permitido declarar por este caso. ·l abogado defensor, Jaume Alonso-Cuevillas, manifestó que las declaraciones por videoconferencia en territorio europeo son un «acto de absoluta normalidad» y que aquella negativa fue «excepcional».