El nuevo reglamento orgánico del Ayuntamiento de Zaragoza se aprobará por consenso en un pleno extraordinario que se celebrará el próximo viernes. Los grupos municipales han sido capaces de pactar los términos del documento por el que el consistorio se adaptará a la Ley de Grandes Ciudades, salvando las duras críticas al borrador presentado por el equipo de Gobierno PSOE-CHA y el enrarecido clima por la operación Romareda.

El alcalde, Juan Alberto Belloch, cerró la semana pasada el acuerdo con los portavoces del PP y del PAR, José Atarés y Manuel Lorenzo Blasco, respectivamente. La oposición ha logrado salvar parcialmente con sus enmiendas la "opacidad" que tanto criticaban en el borrador inicial presentado el pasado mes de abril.

El documento establece que el alcalde y su equipo podrán gobernar sin tener que dar explicaciones de continuo a la oposición, pero PP y PAR tendrán acceso en cualquier momento a cualquier expediente o factura que soliciten. Los populares habían solicitado garantías en el derecho a la información y las han conseguido: si no se entrega en cuatro días tras pedirlo por escrito podrán exigirla en los servicios administrativos directamente.

La oposición podrá acudir acompañada por asesores externos para consultar expedientes, como solicitaban los populares.

El nuevo reglamento orgánico oficializa la independencia de la Junta de Gobierno Local, confirma sus amplios poderes y rebaja el calado del pleno, convertido en un parlamento local centrado en el debate y en labores de control. El alcalde, como pedía la oposición, deberá someterse a las preguntas directas de la oposición, que podrá formular tres por escrito en cada convocatoria.