Niño de 8 años que es descubierto de madrugada frente al ordenador acosando a una compañera del colegio, a través de las redes sociales. Un caso real que ocurrió en Aragón y que la asociación Pica, dedicada a la protección a la infancia contra el abuso, trató y que no debería de volverse a repetir.

Para concienciar a los padres y para mejorar la educación en valores, este colectivo ha organizado para el próximo 29 de junio una macrojornada llena de actividades para todos los públicos. La traca final la harán grupos como Tako, Black Ice, Neon Delta, Endiscorcia o Pedro Botero que se subirán al escenario del Teatro de las Esquinas en un concierto solidario por esta misma causa.

Latxo y Nano son el presidente y el secretario de un colectivo formado por una veintena de moteros (entre los que hay policías, psicólogos, químicos, amas de casa...) que el pasado año realizaron un centenar de charlas en colegios de toda la comunidad autónoma para explicar a los menores el riesgo de los amigos virtuales y de que el anonimato en internet no existe y así evitar casos de cyberbullying.

Unas cuestiones que se tratarán a través de charlas y talleres con padres y niños. Como el objetivo es que los menores aprendan divirtiéndose, durante la jornada habrá animación de la mano, por ejemplo, de la 501 Legion de Star Wars. «Los padres tenemos que tener en cuenta que no podemos educar a los hijos tal y como lo hicieron nuestros padres porque las cosas han cambiado mucho», señala Latxo, quien recalca que en la actualidad «hasta el niño o la niña más menuda puede saber formatearte un móvil, algo que nosotros no nos atrevemos».

Unas ideas que quieren mostrar en lo que ellos denominan «garaje para padres» y en el que de forma distendida cada uno pueda hablar de sus experiencias, pedir ayuda o, simplemente, escuchar. El presidente de Pica destaca que el problema actual radica en que se están haciendo «niños cada vez más individualistas».

«Nos piden atención, socializar con nosotros, pero la respuesta suele ser darles el teléfono móvil porque estamos cansados o porque queremos desconectar», lamenta Latxo, quien afirma que esta situación provoca que los niños aprendan un tipo de afectividad y de diversión que canalizan en exclusiva a través de una pantalla y que les impide gestionar sus sentimientos de una forma correcta.

«Acaban materializando todo lo que sienten y nunca están satisfechos», destaca el presidente de Pica, quien añade que, teniendo en cuenta su experiencia en diferentes charlas en colegios tanto públicos como privados, este problema está «generalizado». «Mientras en unos centros te dicen que por qué sus padres no les han comprado el último modelo de Iphone, los otros te dicen que tienen uno muy limitado por viejo», apostilla.

Pero, ¿qué tiene que ver esto con los abusos que pueden sufrir los más pequeños? Nano, que es miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, tiene la respuesta, ya que resalta que «esa forma de sentir les hace confiar por exceso en el desconocido que está detrás de una pantalla».

«Hay juegos muy populares de internet en los que los menores hablan y chatean con otros jugadores. Hemos comprobado cómo muchos admiten que hablan con el interlocutor y que no piensan nunca mal de quién puede ser», asevera. «Les ponemos ejemplos que pueden ocurrir como entablar una amistad con un supuesto niño con el que has llegado a intercambiar fotografía y que te dice un día de quedar para echar una partida en casa, pero acudes y en realidad hay un adulto que puede abusar de tí», describe Nano.

Para evitar todo ello, desde Pica tienen claro la importancia de controlar «de verdad» el uso de los dispositivos móviles, así como el tiempo que los emplean. Cundir con el ejemplo también lo consideran importante porque «no se puede decir que en la mesa de la comida no se puede tener el móvil, pero luego el padre o la madre dice que tiene mucho trabajo y lo muestra», apunta Latxo.

El análisis de los problemas en una sociedad cada vez más volcada en la pequeña pantalla, sus soluciones y la diversión solidaria se darán cita el 29 de junio, de 9.00 a 01.00 horas en Las Esquinas, en Zaragoza.