Pozondón era ayer un hervidero de rumores. El medio centenar de habitantes de este pequeño pueblo de la sierra de Albarracín, situado a 1.400 metros de altitud, no daba crédito a lo sucedido. «Hace meses que sospechábamos que estaba pasando algo raro, pero no esperábamos que ocurriera esto», manifestó una vecina que no quiso revelar su nombre.

«Este es un pueblo donde nunca antes había habido problemas de ningún tipo», añadió. Esta residente conoce tanto a la fallecida como a sus hijos. «Tienen entre 55 y 60 años y son personas normales que, de puertas afuera, nunca han dado que hablar», manifestó la misma vecina.

La familia reside hace varios años en el pueblo, del que es oriunda, pero había vivido en una ciudad antes de regresar a su patria chica. Todos saben en la localidad que los hermanos no tienen muchos ingresos, pese a que Pedro, como se llama el primogénito, trabaja ocasionalmente para el ayuntamiento como alguacil, desarrollando pequeñas tareas.

«ESTÁ EN UNA RESIDENCIA»

Los dos están solteros y apenas hacen vida social, en particular la hermana, una persona calificada de «tímida», pero no de poco sociable. «A él es más fácil encontrarlo por las calles, en el bar, pero siempre apartándose un poco de la gente», según declaró otro residente.

Las sospechas sobre los dos hermanos se dispararon hace dos semanas, cuando una delegación de los servicios sociales de la comarca de la Sierra de Albarracín trató de entrar en la casa para averiguar cómo estaba la madre y no lo consiguieron porque no les dejaron entrar.

«Cuando les preguntabas por su madre, qué tal marchaba, te respondían que estaba algo mala y que por eso no salía a la calle», explicó una persona de la localidad.

Esa explicación se repitió una y otra vez hasta que, hace un tiempo, los hermanos, al sentirse observados. manifestaron que habían llevado a su madre a una residencia de ancianos de Guadalajara.

Estas pistas fueron objeto de las indagaciones desarrolladas por el ayuntamiento y los servicios sociales comarcales, que al verificar la falta de congruencia de las explicaciones decidieron poner la extraña desaparición en conocimiento de la Guardia Civil al existir ya fundadas sospechas de que la madre había desaparecido. Ahora bien, ningún vecino cree que la mujer fuera asesinada y todos se inclinan a pensar que se ocultó que había muerto de muerte natural.