CABLES TIRADOS. Ayer por la mañana iba caminando por la avenida Valencia de la capital aragonesa cuando vi a un anciano caerse al suelo y clavarse sus gafas en plena cara. El golpe se debió a que tropezó con unos cables que había tirados en la acera. Da la casualidad de que en esta calle del distrito Universidad se están haciendo obras en uno de los edificios y, bajo los andamios, hay unos cables. Estos se encuentran en medio de la acera, lo que crea molestias a los peatones, pero en especial a las personas mayores que, como el hombre que he mencionado, no levantan mucho los pies al andar. Convendría que los trabajadores los mantuvieran un poco recogidos o que, por ejemplo, los señalarizaran. Incluso, que estuvieran atentos al paso de personas mayores para evitar caídas como la del señor de ayer. Puede que esto resulte más complicado si ellos están trabajando, por lo que convendría que los apartaran. No sé cuanto tiempo van a estar desarrollándose estas obras, pero a los dos días ya han creado problemas a más de un peatón. MARIA GARCIA. ZARAGOZA

RECOGIDA DE BASURAS. Soy una vecina de la calle San Roque del barrio de Santa Isabel que quisiera denunciar que la recogida de basuras apenas se lleva a cabo en esta zona dos días a la semana, los martes y jueves. Eso ocurre pese a pagar más impuestos que en el centro de Zaragoza, donde vivía antes. Y, claro, esa recogida tan escasa favorece que las inmediaciones estén echas un asco. Los vecinos, con este panorama, ya hemos solicitado al Ayuntamiento de Zaragoza más contenedores, pero de momento no llegan. Los únicos que hay, al margen de los que tenemos en nuestra calle, se encuentran a 700 metros de distancia. Muchas personas, por no recorrer este trayecto, depositan sus residuos en medio de la calle. Y, el resto, como los contenedores están ya llenos, también nos vemos obligados a dejar las bolsas en la calle. Solicitaría al consistorio zaragozano que, de una vez por todas, escuche nuestras demandas. Cada vez somos más vecinos en esta zona, que se está urbanizando, por lo que la necesidad de contenedores va en aumento. E. M. ZARAGOZA