El Gobierno convirtió ayer el inicio de las obras del trasvase del Ebro en una jornada más de la campaña electoral del PP. José María Aznar, acompañado por la ministra de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez, colocó las dos primeras piedras de la infraestructura en Archena (Murcia) y en Huércal Overa (Almería) rodeado por un millar de agricultores y promotores inmobiliarios, convocados por rigurosa invitación y trasladados en autocar, que no dejaron de aclamarlo ni un sólo minuto.

El propio partido del Gobierno reconoció, quizás en un descuido, el carácter de la celebración. La convocatoria a los medios de comunicación remitida por el PP de Almería estaba encabeza por el titular "Campaña electoral".

La Junta Electoral de Murcia a punto estuvo de suspender el acto de esta provincia a petición de IU, pero a última hora lo desestimó porque el tramo fue "licitado antes de que se convocaran las elecciones generales". Un argumento que el partido calificó de "falaz". IU recurrirá a la Junta Electoral Central.

Los trabajos empezaron sin que Bruselas se haya pronunciado aún sobre su financiación y habiéndose adjudicado sólo cuatro pequeños tramos. Los dos que protagonizaron la jornada de ayer suman 15 kilómetros, el 1,6% de todo el trazado, y cuestan 16 millones de euros, el 0,4% del presupuesto global.

TRABAJOS SENCILLOS Los dos puntos de inicio fueron escogidos por su situación geográfica y porque sus obras son las más fáciles de ejecutar al partir de infraestructuras ya existentes que se acondicionan o se amplían. En el caso de Archena, sólo hay que duplicar la capacidad del canal del postrasvase Tajo-Segura.

Consciente, tal vez, de la posibilidad de que tras el 14-M las primeras piedras queden sólo cómo símbolo de un proyecto frustrado, el presidente del Gobierno anunció en sus mítines la licitación esta semana de los más de 500 kilómetros de tuberías y sifones necesarios para construir el trasvase "y ponerlo en marcha inmediatamente".

Medio Ambiente confirmó que se ha optado por comprar de una sola tacada toda la tubería para que "tenga las características exactas y se pueda negociar un precio mejor". El propio departamento proporcionará el material a las adjudicatarias de los 60 tramos que deben licitarse.

La ceremonia de la primera piedra tuvo mucho más contenido de lo habitual. Aznar no se conformó con enterrar los diarios del día sino que dentro de una urna de metacrilato metió un botijo con agua del Ebro tomada del nacimiento del río, en Fontibre (Cantabria), varios recipientes con semillas de cítricos y otros cultivos y un pergamino con un texto del escritor Marcelino Menéndez Pelayo sobre el Ebro.

Las primeras piedras de Archena y Huércal Overa quizás no serán las únicas. El ministerio de Medio Ambiente presiona a las constructoras de otros dos tramos del trasvase adjudicados en la provincias de Valencia y Castellón para que empiecen los trabajos la próxima semana, justo a tiempo para repetir la jornada electoral de ayer en esas dos circunscripciones antes de la campaña de las generales.