La nueva ubicación del mercado ambulante que se instala todos los sábados en Huesca entre el Paseo Ramón y Cajal y el último tramo del Coso Bajo hasta la plaza Santo Domingo sigue en el aire. El consistorio está a la espera de que la asociación de comerciantes tome una decisión sobre la zona en la que prefieren trasladarse, ya que las actuales obras de peatonalización impiden que sigan en la parcela habitual.

El Ayuntamiento de Huesca quiere resolver cuanto antes este problema para que mañana los puestos de venta se instalen en el nuevo recinto y evitar así perder otro fin de semana de actividad. Al respecto de lo sucedido la semana pasada, en la que no pudieron montar sus expositores, no descartan que se pueda recuperar la jornada de venta celebrando una día extraordinario de mercado.

La Junta de Mercados que debe tomar la decisión sobre la próxima ubicación dispone de varios espacios para instalar los puestos de venta, pero por falta de acuerdo sobre la mejor opción todavía no se han pronunciado. El objetivo es lograr un lugar que convenza a todas las partes.

Por su parte, el alcalde de Huesca, Luis Felipe, destacó que el proceso de urbanización del Coso Bajo avanza según lo previsto. El socialista paseó ayer por la vía que será peatonalizada para destacar que el «buen ritmo» es evidente. Los trabajos se centran, en estos momentos, en la eliminación del pavimento existente.

Felipe incidió en la importancia de estas obra al considerarlas «muy esperadas por comerciantes y vecinos». Y explicó que los cambios introducidos «van a definir el diseño, la fisionomía y la movilidad de la ciudad».

El regidor avanzó que la reforma de la avenida Ramón y Cajal se aprobará durante la jornada de hoy en la junta de Gobierno del consistorio. «Queremos garantizar una movilidad compartida de vehículos, peatones y ciclistas», expresó.

Felipe consideró que estas labores están siendo «completamente satisfactoria», sobre todo al contar con la buena disposición de la empresa ejecutora «para minimizar incidencias». Por el momento no se han producido incidencias en el tráfico, ni tampoco a la hora de renovar las redes de abastecimiento ni con las excavaciones del subsuelo.

El socialista consideró que la peatonalización es un avance a la hora de cumplir con los objetivos marcados por el cambio climático. «Habrá que revisar la movilidad en toda la zona, así como corregir algunas disfunciones de los últimos años», señaló, sobre todo en relación con la carga y descarga y los permisos de acceso a las zonas vetadas por los coches.

Las obras tienen un plazo de ejecución estimado de nueve meses y un presupuesto de más de 1,8 millones de euros. El alcalde estuvo acompañado por el director de obra, José Luis Pueyo; por el gerente de la empresa adjudicataria, la UTE Domec-Acyc Obras y Servicios S.L.U., Florencio Domec; y por la concejala de Urbanismo, María Rodrigo.