Los vecinos del entorno de San Miguel siguen denunciando, más de medio año después, las molestias causadas por el cierre del ambulatorio Hermanos Ibarra. Ahora tienen que trasladarse al hospital Ramón y Cajal donde han habilitado la primera planta para estas funciones.

Desde la Asociación de Vecinos San Miguel indicaron que siguen recibiendo quejas de los residentes, sobre todo, de la gente mayor. "Se tienen que desplazar o en bus o andando y son gente a la que le supone una molestia o precisan de familiares para que les puedan llevar", explicó su presidente, Daniel Portero.

"Es escandaloso", decía, "que hayan cerrado el centro solo para ahorrar en alquileres". Para la entidad vecinal el motivo de echar la persiana no es otro que el de ahorrar en el mantenimiento de las instalaciones en detrimento de la atención sanitaria.

Criticó que Sanidad les haya derivado hasta la zona de la puerta del Carmen, "cuando ya hay dos centros sanitarios más ahí". "Han creado el triángulo de las Bermudas de los ambulatorios", declaró. Las entidades vecinales del entorno de San Miguel solicitaron que, con el cierre de las consultas, trasladaran a los pacientes al centro de la plaza Tenerías, en el barrio de la Magdalena, y más cerca que el de Ramón y Cajal, "pero lo rechazaron porque esa zona no nos pertenece" al estar en el Coso, explicó. Algo que calificó de "incomprensible" porque está localizado más cerca y esa ubicación generaría menos afecciones, apuntó.

Por el momento no han previsto realizar ningún tipo de manifestación ni protesta.