Zaragoza ha aprobado sus indicadores de movilidad gracias al buen trabajo en el centro, mientras que los barrios y municipios de su entorno todavía dependen en exceso del coche, según ha concluido el análisis encargado por Greenpeace con el objetivo de evaluar el grado de compromiso del ayuntamiento con los Planes de Movilidad.

El estudio se ha realizado en doce ciudades españolas y en él se ha realizado comparando varios indicadores relacionados con su oferta de transporte público, su red de vías ciclistas y calles peatonales o su nivel de contaminación y ruido, entre otros.

La capital aragonesa es la sexta ciudad en este ránking con una puntuación de 5,5 sobre 10, muy cerca de Sevilla y Madrid (5,9) y por encima de Málaga (5,2), según informa Greenpeace en una nota de prensa.

A pesar de que la aparición del tranvía y la reordenación de la red de autobús urbano modificaron el esquema de transporte en la ciudad atrayendo a nuevos usuarios Zaragoza tiene el reto inmediato de mejorar las conexiones con los barrios más alejados donde la dependencia del coche es todavía elevada.

Sin embargo, desde 2004 los viajes a pie han aumentado, la bicicleta es una opción viable y ha crecido el uso del bus y tranvía, lo que coloca a Zaragoza en la buena dirección.