El drama de los refugiados que atraviesan el Mediterráneo sigue candente.Por este motivo, la concejala de Zaragoza en Común (ZeC) en la capital aragonesa y portavoz en la comisión de Acción Social, Luisa Broto, exigió que la ciudad «reafirme su compromiso» con este colectivo y que disponga los medios necesarios para la atención de las personas en situación de asilo. La dirigente señaló que en los últimos meses se ha «detectado» un incremento de solicitudes de ayuda en los servicios de alojamiento u orientación que ofrece el consistorio. Según sus datos son más de 660 las personas refugiadas que llegarán a lo largo de todo el año, lo que supone casi 200 personas más respecto al año pasado.

Aunque sin concretar ningún compromiso, el responsable del área de Acción Social y Familia, Ángel Lorén. asumió que Zaragoza debe «mantener la solidaridad en todos los ámbitos» y dijo que quiere continuar «con esa tradición». Por otro lado, destacó que la situación con los refugiados «se ha desbordado» en todos los niveles por lo que llamó a «repensar» el proyecto Ciudad Refugio. «Nos encontramos ante un problema estructural al que tenemos que dar respuesta desde las instituciones europeas», dijo.

La exvicealcaldesa no se mostró conforme con esta argumentación y alertó de que los recortes del Partido Popular y Ciudadanos acabarán afectando «a los «más vulnerables», por lo que se mostró preocupada ante el «contagio» de las políticas y el «discurso racista y xenófobo» de Vox y de cómo pueden afectar a una ciudad «referente en todo el territorio nacional».

países en conflicto / El perfil de los nuevos usuarios que se detecta en la Casa de las Culturas, donde se trabaja con programas específicos, revela que la mayoría vienen de países en conflicto. En su mayor parte son latinos y algunos de la Europa del este, según los datos que ofreció el concejal del área. «La demanda ha superado nuestras estructuras», dijo.

Ante esta situación ZeC pidió que se reafirme el compromiso de Zaragoza como Ciudad Refugio con los medios necesarios, además propuso que se dote de personal suficiente el programa Zaragoza Ciudad Acogedora, con más trabajadores sociales y con educadores que puedan llevar el correcto seguimiento de las personas alojadas. «Nos asustan algunos de los mensajes que oímos», alertó Broto.