No hace mucho que los mejores equipos del baloncesto español visitan el Príncipe Felipe, pero ha sido lo suficiente para que casi todos ellos hayan sucumbido al menos una vez en el feudo caísta. Todos, menos el Barça. El equipo catalán es el único al que el nuevo CAI aún no ha ganado en Zaragoza.

Han caído el Valencia y el Unicaja e incluso el todopoderoso Real Madrid, pero nunca el Barça, que apenas ha sufrido en sus cuatro visitas al Felipe. De hecho, en las dos últimas, el CAI no ha podido pasar de los 50 puntos (49-68 en la 2011-12 y 50-65 en la 2012-13). La última victoria ante los azulgranas se remonta 24 años atrás, en 1990, cuando el antiguo CAI Zaragoza se impuso (75-70) con 27 puntos de Kevin Magee y 28 de Mark Davis. Sí ha vencido, no obstante, el CAI en Barcelona en los últimos tiempos. En la 2010-11, una canasta sobre la bocina de Sam Van Rossom permitió al CAI tomar el Palau Blaugrana (70-71).

Para acabar con la imbatibilidad del Barça en Zaragoza, tanto Abós como algunos jugadores de la plantilla han apelado durante la semana al espíritu del duelo ante el Valencia, una de las jornadas en las que la afición zaragozana más se volcó con el equipo. De repetirse, Ben McCauley se llevaría una buena impresión en su debut en casa. El norteamericano ha podido completar una semana entera de entrenamientos y será una buena ocasión para ver qué puede ofrecer.

En cualquier caso, el CAI debe volver al camino que abandonó en Sevilla tras su derrota ante el Cajasol (79-59) para ser competitivo. "Podemos ganar o perder, pero lo que tenemos que hacer sobre todo es recuperar las sensaciones, como frente al Valencia Basket", afirmó en la previa José Luis Abós, reclamando una vuelta a la dinámica del resto de la temporada. Y es que, olvidando el borrón de Sevilla, la segunda vuelta del CAI es notable: solo ha perdido dos partidos de ocho. También hay prudencia en el discurso del técnico, y es que el Barça llega en forma.

Pese a perder en la Euroliga por casi 30 puntos ante el Armani Milán --en un partido en el que no se jugaba nada--, los de Xavi Pascual han alcanzado en las últimas semanas el nivel de juego que se les suponía --y que no habían mostrado-- el resto de la temporada. Siete victorias seguidas en la ACB lo avalan, sostenidas en el poderío de su juego interior, con Tomic imparable, Lampe, Dorsey al fin integrados y Lorbek a su nivel. Y Pullen, otro que ha puesto la directa, consiguió ante el Valladolid 42 puntos (máximo del año).

Si los playoffs fueran hoy, el CAI, sexto, se mediría al Barça, tercero, en los cuartos de final. Un cruce nada deseable para los aragoneses, que, además de asegurar su clasificación para la postemporada, que se daba por hecha, pero aún no lo está, debe continuar la persecución del Gran Canaria y el Málaga para evitar a los azulgrana.