La competición no solo no se detiene sino que espera al Casademont Zaragoza con un partido marcado en rojo. Las seis derrotas seguidas que acumula en la Liga Endesa han vuelto a ponerle en situación de peligro y necesita ponerse a salvo del descenso de nuevo. Para eso es imperativo que gane este domingo al Acunsa GBC (20.00 horas) con Sergio Lamúa a los mandos del equipo tras la salida de Sergio Hernández y antes de la llegada de Luis Casimiro, que se producirá mañana.

El equipo aragonés necesita mejorar su juego para que este le lleve a mejores resultados. El salto pasa por la defensa pero también por un mejor orden y criterio ofensivo. El conjunto zaragozano se le había ido deshaciendo entre las manos al preparador argentino en las últimas semanas y ahora debe rehacerse para no pasar apuros en la ACB y para afrontar la final de la Champions, su gran objetivo, en las mejores condiciones.

Lamúa contará con la duda de Javi García, todavía recuperándose de su lesión de tobillo, para intentar dar ese giro que necesita el equipo en un partido crucial. Porque recibe al colista de la Liga Endesa, el Gipuzkoa, pero ya no a aquel equipo hundido de hace meses sino a uno que ha reaccionado y ve intactas sus opciones de salvación. Sin ir más lejos, el miércoles ganaron en Burgos y ya tienen siete triunfos, tres menos que el Casademont.

Uno de los mejores jugadores del Gipuzkoa pertenece al Basket Zaragoza. Dino Radoncic, cedido en el cuadro donostiarra, está brillando con 11,6 puntos y 5,6 rebotes de media. Otros jugadores destacados son el tirador Johnny Dee (10 puntos, 39.2% en triples) y Viny Okouo (9.3 puntos, 5.1 rebotes). Además, vuelve a Zaragoza Pere Tomás.

En el partido de la primera vuelta se impuso el Gipuzkoa por 70-67, en el que fue el principio del fin de Diego Ocampo en el banquillo aragonés, por lo que el Casademont debe estar pendiente también de recuperar ese mínimo averaje pensando en posibles empates. La victoria es de obligado cumplimiento.