La última gran subcontrata que queda en la térmica de Andorra, que se desconectó del sistema eléctrico hace casi dos meses, sigue sin alcanzar un acuerdo sobre el ERE de extinción presentado en Madrid para despedir a los 22 trabajadores que tiene en plantilla en la villa minera y otros 26 en Compostilla (León), cuya central de carbón también se ha cerrado. Se trata de Nervios Industries (Grupo Amper), a la que la plantilla amenaza con llevar a los tribunales por las irrisorias indemnizaciones que está ofrecido por los ceses laborales de empleados que llevan de media 30 años de antigüedad.

La compañía, en manos de la familia castellonense Martinavarro, ha ofrecido una compensación

de 25 días de salario por año trabajado con un límite de 13 mensualidades, algo por encima del mínimo legal. La oferta ha sido duramente criticada por el comité de empresa, que la considera “muy insuficiente” y reclama que las indemnizaciones sea como las de despido improcedente (45 días y 42 meses hasta el 12 de febrero de 2012 y 33 y 24 a partir de esa fecha).

Ambas parte volverán a reunirse el próximo lunes para continuar con una negociación que se está llevando a cabo de forma telemática y cuyo periodo de consultas finaliza el 10 de septiembre, pero los trabajadores tienen claro que si no hay acuerdo presentarán reclamaciones ante la Audiencia Nacional para que les sean reconocidos sus despidos improcedentes.

“Queremos algo acorde a lo que hemos trabajado y a lo mucho que ha ganado Nervión con estas térmicas”, señaló Nicolás Bespin, delegado sindical, quien criticó el “caos” y “desorganización” con que se está llevando a cabo el cierre de la térmica. “Va a seguir habiendo actividad de limpieza industrial para el desmontaje”, Por ello, desde la plantilla reclaman que sus contratos sean subrogado a una nueva subcontrata o, al menos, que tengan garantía de continuidad en sus empleos.

EL DESMANTELAMIENTO DE LA CENTRAL, SIN FECHA

Aunque la actividad ha cesado, en la térmica se siguen con los trabajos de preparación para acometer el proceso de desmantelamiento, cuya fecha de inicio sigue sin saberse. Tampoco se conoce el adjudicatario de este millonario contrato, aunque fuentes laborales dicen que suene con fuerza que sea Cobra, del Grupo ACS. Otra empresa de este grupo, la aragonesa Maetel, está haciendo laborales de desmontaje eléctrico y ha contratado para ellos a unos 15 extrabajadores que Maessa, la mayor subcontrata que había en la central y que también está integrada en el holding que preside Florentino Pérez.

De la plantilla propia que le quedaba Endesa, 90 empleados se acogieron a prejubilciones tras el acuerdo alcanzado a principios de julio y otros 19 están pendientes de que recolocacoines en otros centros de trabajo. Además, seis jefes de servicios continuarán en sus puestos en la térmica hasta final de año.