La ampliación de créditos a corto plazo por parte del Gobierno de Aragón para afrontar la crisis del coronavirus no va a generar gran controversia entre la oposición, que está de acuerdo en que no quedaba otra opción en la actual tesitura. Los principales partidos, PP y Cs, inciden en la necesidad de que haya fondos para fomentar la reactivación económica, y el PP se muestra algo más crítico en cuanto a lo que se podría haber hecho de más.

Así, la portavoz de Hacienda de los populares, Carmen Susín, apuntaba que, «mientras no llegue cash del Gobierno de España, se necesita liquidez para el pago de materiales, salarios, horas extra de los sanitarios y la financiación ordinaria de los servicios», por lo que no quedaba otra que apurar el límite de créditos que el mismo Gobierno amplió. «No puedes dejar tirados a los que tienen que cobrar», razonaba.

Otra cosa es que la labor de oposición quede en suspenso. Susín, explicó, ya está pidiendo información de todos los expedientes de gasto de estas fechas, porque, si se eliminan los controles en aras de la agilidad, «habrá que fiscalizar después».

PRESUPUESTOS

En cuanto al presupuesto, recordó que desde el PP «ya advertimos de que los presupuestos no le iban a valer» al inicio de la crisis. A su juicio, ya se podían haber adoptado más medidas económicas por decreto, pero ha habido «falta de voluntad». «La izquierda habla de subir impuestos, pero ¿a quién se los vas a subir? ¿A los empresarios que, responsablemente, han cerrado la persiana? ¿A los que han cambiado la producción para echar una mano? ¿A las familias, afectadas por cierres y ERTE?», se preguntaba.

A su juicio, la recuperación deberá pasar, necesariamente, por bonificaciones fiscales. Pero en cualquier caso, incidía Susín, «ahora toca la salud. Ya habrá tiempo de hablar de dinero».

En línea similar, su homólogo en Ciudadanos, el exconsejero José Luis Saz, avalaba los créditos a corto plazo como «mecanismo defensivo» ante la falta de liquidez derivada de la crisis. Una «técnica adecuada» ante el desplome de ingresos que está habiendo y habrá mientras la situación económica y sanitaria no mejore.

El presupuesto, incidía, ha «saltado por los aires», siendo que ya no les convencían las previsiones de ingresos precrisis. «Hay que reformularlos y ajustar los gastos a lo prioritario. Ya hemos visto, en la sectorial de Economía, el recorte que han dado con los cursos de FP, y va a pasar en otras», advertía.

Saz reiteraba algunas de las propuestas que su partido ha lanzado al Ejecutivo, como la inyección de 300 millones de euros en Avalia para respaldar a pymes y autónomos, las líneas nuevas de avales para colectivos no recogidos en el real decreto estatal, como los mutualistas, o las ayudas sociales.

Tampoco desde el otro lado de la oposición, IU va a poner ningún pero a esta solución crediticia. Su coordinador general, Álvaro Sanz, consideró que Pérez Anadón por lo menos «se había adelantado» a otros y conseguido buenas condiciones en los créditos.

A su juicio, con la caída de las rentas del trabajo y el consumo no solo habrá que salvar el escollo sino «repensar nuestra estructura de ingresos» en una solución que habrá de pasar por «reforzar la Administración pública»