Alemania y Noruega se convirtieron ayer en las dos primeras selecciones que alcanzaron los cuartos de final en el Mundial de Francia, en dos encuentros sin aparentes sorpresas. España, por su parte, buscará mañana un milagro que parece casi imposible, aunque la fe mueve montañas, y por lo tanto la esperanza es lo último que se pierde ante el equipo favorito del torneo que no es otro que Estados Unidos, un veradero ejército de calidad.

Las alemanas, que han sido en dos ocasiones campeonas del mundo, estructuran su fuerza con la misma dinámica y espíritu que el equipo masculino, aunque parezca que no están, siempre surgen dispuestas a dejarse ver, notar y deshacerse, como fue el caso de ayer, del conjunto africano de Nigeria, por 3-0, un resultado engañoso porque, también como firma propia de la casa, las alemanas les ganaron sin brillo. Luego la suerte correspondió a Noruega, que batió a Australia por 4-1 en un duelo que tuvo que resolverse en la tanda de penaltis tras el 1-1 inicial. Hoy el Mundial se reserva a un duelo espectacular, que espera ansioso el encuentro entre Francia y Brasil, a las 21.00 horas (Gol). A las 17.30 horas, Inglaterra-Camerún.