El pasado 22 de mayo Carlos Pauner cerró su círculo más deseado. Eran las cinco de la mañana hora nepalí cuando alcanzaba el Everest, el techo de la tierra con sus 8.848 metros por el Nepal. De esta manera culminaba más de treinta expediciones al Himalaya con las catorce cimas más altas del mundo. Comenzó su exitoso periplo el 22 de julio del 2001 alcanzando el K-2 con Pepe Garcés, la segunda montaña del mundo con 8.611 metros.

Era su tercer intento al Everest. En el 2001 atacó sin suerte por el Nepal y en el 2005 el viento y la nieve le frenó junto a Javier Pérez. Pauner era el tercer aragonés en alcanzar el Everest. Los dos primeros fueron Pepe Garcés y Toño Ubieto un lejano 6 de octubre de 1991. Pauner era el cuarto español en conquistar los catorce cimas más altas tras los vascos Juanito Oiarzabal, Alberto Iñurrategui y Edurne Pasaban. Terminaba una trayectoria irrepetible con expediciones inolvidables al K-2, el Nanga Parbat, el Manaslu o el Makalu, aventuras al borde de la muerte como la que sucedió en el Kangchenjunga en el 2003 y ascensiones llenas de polémica como las del Lhotse, el Annapurna y el Shisha Pangma.

La ascensión fue rapidísima y de noche. Raúl Martínez abandonó sus opciones y Pauner subió con un sherpa. Partieron a las ocho de la tarde del Collado Sur y llegaron a lo más alto a las cinco de la mañana. "Subimos con los frontales por la noche. Fue un espectáculo ver amanecer en el techo del mundo", explicaba Pauner desde el campamento base tras alcanzar la cima. Quería subir al Everest sin la ayuda de oxígeno, pero al final no le quedó más remedio que echar mano de ayuda extra. Pauner quería asegurar la cima a toda costa. "Tomamos oxígeno desde el Collado Sur. Nadie puede subir sin oxígeno por la noche. Es imposible. Por eso decidimos no dejar escapar la cima del Everest", afirmaba.

Carlos Pauner es un fuente inagotable de noticias y el 9 de septiembre protagonizó la noticia negativa del año. En plena ciudad, en el rocódromo de Puerto Venecia, sufrió uno de sus accidentes más graves escalando en el rocódromo exterior del centro comercial zaragozano. Le acompañaban Maite, su novia, y dos amigos. Por un problema en el exceso de cuerda sufrió un inesperado accidente con una caída de siete metros de altura que le hizo caer al suelo.

El resultado fue la pelvis rota y seis meses recuperándose de la lesión. "Me pude quedar inválido. Esto te pasa en el monte y las consecuencias hubieran sido fatales. En el Himalaya, con la guardia alta, estás atento a todo. Allí peleas en la batalla y lo de Puerto Venecia es un accidente en tu tiempo de ocio. Siempre estoy en una situación potencial de riesgo. Pero es mi vida", afirmaba desde el lecho del dolor, mientras ya pensaba en atacar las siete cimas del mundo.

Fernando Garrido

Junto a Pauner, otro aragonés subía un ochomil. Era el popular Fernando Garrido. El zaragozano ascendía por tercera vez en su vida el Cho Oyu, la montaña nepalí de 8.201 metros, el pasado 1 de octubre. Garrido subió como guía de la empresa Aragón Aventura junto a tres clientes madrileños. Eran Sergio de Heredia, José María Bermejo y Ramón Alia. También surgió el drama con la desaparición del gallego Abel Alonso, el pucelano Álvaro Paredes y el catalán Xavi Gómez bajando del G-I en una expedición que coordinó hasta el campamento base Aragón Aventura.